El arquitecto Miguel Fisac, fallecido hace ahora cuatro años, protagoniza dos publicaciones recientes, ambas esperadas. Por un lado, un libro editado por Ricardo Sánchez Lampreave para el Ministerio de la Vivienda con ocasión del Premio Nacional de Arquitectura, otorgado a Fisac en 2002 de manos del entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos. Por otro, la recopilación de las actas del primer congreso bianual —y, hasta ahora, único— organizado por la Fundación Miguel Fisac en 2007. Los retrasos en la aparición de ambas publicaciones no ha mermado, sin embargo, el interés de las mismas: al contrario, su presencia complementa de forma eficaz la bibliografía existente sobre Fisac, en un momento en el que recuperar su legado resulta especialmente pertinente.

Miguel Fisac: Premio Nacional de Arquitectura 2002 es un libro que abarca toda la trayectoria profesional del maestro de Daimiel. Contiene abundante documentación, en parte inédita, de sus obras y proyectos, ordenada cronológicamente y cuidadosamente maquetada. Destaca la calidad de las reproducciones de planos y fotografías históricas, que permiten la lectura en diferentes grados de profundidad tanto para el público general como para los especialistas.

El autor del texto apologético es Fernando Espuelas y el del científico Francisco Arqués, estudioso de la obra de Miguel Fisac. La selección de obras y proyectos constituye, pues, un resumen imprescindible de su arquitectura: una obra asimétrica, con discontinuidades, con idas y venidas, con éxitos y fracasos. Una vida estrechamente vinculada a su hacer profesional, donde la experimentación y la vanguardia guiaron los procesos creativos en una búsqueda muy personal y, al mismo tiempo, universal.

Introduce la publicación una reseña del propio arquitecto agradeciendo la concesión del premio y dando muestras de una sorprendente vitalidad al publicitar su último invento: la ‘arquitectura vertida’, su última patente, un refundido de toda su investigación arquitectónica. En este último invento confluyen los encofrados huecos, el hormigón, las texturas... en definitiva, el mundo creativo y personal que acompañaría al maestro hasta el final de su carrera.

La materia de la arquitectura es el título del primer congreso organizado por la Fundación Miguel Fisac para divulgar la obra del arquitecto y poner en valor sus aportaciones al desarrollo de la arquitectura contemporánea. La materia es algo tan propio de Fisac que el título está sobradamente justificado y, al no tratar este concepto en clave tecnológica, los textos no han perdido su vigencia pasado este tiempo. Es más, las nuevas circunstancias socioeconómicas parecen aconsejar a los arquitectos destapar su faceta técnica y mirar más hacia la materia y la construcción como un modo de racionalizar la profesión, asomándose incluso a la investigación para tratar de encontrar nuevos caminos, nuevos materiales y nuevas técnicas que rentabilicen el proceso constructivo sin perder por ello en calidad arquitectónica. Resulta, pues, un acierto que la Fundación Miguel Fisac haya elegido esta línea de investigación para lograr sus propósitos de salvaguardar y difundir la herencia del maestro en este congreso, que contó para su puesta en escena con el convento de los Dominicos de Almagro.

Las lecciones inaugurales corrieron a cargo de Luis Fernández-Galiano y Francesco Dal Co, el primero haciendo un repaso biográfico a la vida y obra del arquitecto, y el segundo a través de un texto ya publicado referido al trabajo de Carlo Scarpa en la fundación Querini Stampalia en Venecia, y abriendo así el encuentro al panorama internacional. A partir de estas lecciones las diferentes ponencias y comunicaciones tratarán el tema de la materia en la arquitectura, bien sea ligada al estudio de la obra de Miguel Fisac, o analizada de un modo más genérico y universal. Iñaki Bergera, Cino Zucchi, Peter Buchanan, Luis Moreno Mansilla, Carles Muro, Luis Martínez Santa-María, Juhani Pallasmaa y Kengo Kuma completarán las ponencias del congreso.

La lección de clausura, a cargo del crítico William Curtis, no pudo ser incluida en el libro por deseo expreso del autor. El texto forma parte del catálogo Structures of Light, exposición resumida en el enlace de la página web de la Fundación Alvar Aalto, editora de esta publicación.