Libros 

Cincuenta libros

El papel del pensamiento

Luis Fernández-Galiano 
31/12/2017


Dicen que ya no se lee. El escritor de ciencia ficción polaco Stanislaw Lem, quizá inspirado por las tres leyes de la robótica de su colega Isaac Asimov, acuñó la ‘ley de Lem’: «Nadie lee; si alguien lee, no entiende; si entiende, lo olvida inmediatamente.» No sé si la ley del autor de Solaris tiene una validez universal, pero refleja con cáustica ironía el desánimo de muchos de los educados en la religión gutenbergiano. Impertérritos ante el desaliento, aquí hemos elegido la fecha de publicación de dos libros como pórtico cronológico para este canon hemisecular, y se han seleccionado cincuenta para amojonar el ámbito de la teoría, la crítica y la historia en el medio siglo que se extiende entre 1967 y 2017. Algunos de ellos son ensayos de texto corrido, pero la mayoría atiende a la codicia visual del arquitecto con imágenes que abrevien su mensaje; en esto al menos, la tradición de literatura arquitectónica que arranca de Palladio se ha mostrado más fértil que la proveniente de Alberti. Si no se leen, los libros de arquitectura por lo menos se miran.

Por lo demás, cartografiar un territorio tan vasto es una pasión inútil, por lo que nos hemos limitado a señalar algunos accidentes geográficos que nuestro itinerario vital marca como prominentes, dejando muchos otros en penumbra y olvidando regiones enteras que restan inexploradas, terra ignota como en los antiguos mapas. También se ha procurado no cruzar dos veces los mismos cauces intelectuales, y sin embargo el trayecto ha obligado a vadear de nuevo autores caudalosos. Con pequeñas excursiones a los márgenes antropológicos, sociológicos, técnicos y urbanos, la zona explorada es casi exclusivamente la de la arquitectura contemporánea; y con escasa presencia de relatos italianos, franceses, españoles o alemanes, el ámbito discursivo es preferentemente el de la lingua franca de nuestro tiempo, lo que explica el abrumador predominio de la bibliografía anglosajona, ya que incluso las obras concebidas en otros idiomas sólo parecen adquirir difusión e influencia al traducirse al inglés.

La fértil producción intelectual italiana, que abre este medio siglo con la obra de Aldo Rossi que sirvió de soporte a la Tendenza, se resume con los textos teóricos de Giorgio Grassi y Manfredo Tafuri; este último redactaría con Francesco dal Co, años después, una historia de la arquitectura contemporánea que revisaría atrevidamente las obras monumentales de Bruno Zevi y Leonardo Benevolo. En los años setenta eran aún influyentes Carlo Aymonino, Renato de Fusco o Paolo Portoghesi, pero es quizá significativo que la obra más emocionante de Rossi, su autobiografía ‘científica’, se publicara en 1981 originalmente en inglés. Los vínculos de Dal Co con el mundo anglosajón, los esfuerzos enciclopédicos de Vittorio Magnago Lampugnani en el marco germánico o la conexión de Roberto Gargiani con el ámbito francés dibujan un desplazamiento de las líneas de fuerza; y hoy las aportaciones teórico-políticas de Pier Vittorio Aureli, que extienden los debates ideológicos de los años sesenta italianos, se conocen esencialmente por sus publicaciones en inglés o por su enseñanza fuera de Italia.

Publicados en 1966, los influyentes libros de Aldo Rossi y Robert Venturi marcaron una inflexión en el curso de la arquitectura, y su 50 aniversario sirve de excusa para revisar la historia intelectual del último medio sigle. 

El otro pórtico de nuestro periodo es el libro de Robert Venturi, que extrae del manierismo italiano argumentos para revisar la modernidad ignorante de la historia, y que se enriquecería con el populismo figurativo y urbano de Learning from Las Vegas, escrito ya con Denise Scott Brown, para poner las bases de una postmodernidad juguetonamente clasicista que cristalizaría retóricamente en la obra más difundida de Charles Jencks. El crítico estadounidense había ya mostrado las inconsistencias del platonismo miesiano en la tesis doctoral que le dirigió Reyner Banham (Modern Movements in Architecture), poniendo en cuestión unos dogmas modernos que la feroz sátira de Tom Wolfe contribuyó a desprestigiar ante el público general, y abriendo la puerta a un clasicismo olvidado que Alex Tzonis y Liane Lefaivre codificarían en clave de abstracción, y el príncipe Carlos de Inglaterra defendería en su versión más figurativa y pintoresca. El arquitecto de referencia del Príncipe sería el luxemburgués Léon Krier, que junto a su hermano Rob había hecho mucho por recuperar el urbanismo y la construcción tradicionales como herramientas críticas frente a una modernidad cooptada por las corporaciones.

La recuperación de la historia hizo volver la mirada hacia la menospreciada tratadística, estudiada de nuevo por Joseph Rykwert, Dora Wiebenson, Luciano Patteta o Hans Walter Kruft. En este clima intelectual, Françoise Choay halló en Alberti y en Cerdá los fundamentos teóricos de la arquitectura y el urbanismo, y su discípulo Panayotis Tournikiotis exploró luminosamente la historiografía de la arquitectura moderna, desde Pevsner, Kaufmann y Giedion hasta Banham, Collins y Tafuri. Dos décadas más tarde, Anthony Vidler se aproximaría al mismo asunto con similares personajes, aunque incorporando la figura singular de Colin Rowe, cuya escasa producción no le hizo menos influyente. Alumno de Wittkower y mentor de Peter Eisenman, el formalismo whig de Rowe nos mostró las continuidades entre Palladio y Le Corbusier, y defendió que la ciudad liberal no puede ser sino un collage de utopías parciales. Eisenman, por su parte, que con el tiempo habría de ocuparse también de Palladio, aplicó el análisis formal a los maestros modernos —y muy singularmente a Giuseppe Terragni— hallando en sus fracturas sintácticas la inspiración para su propia obra.

Si bien una parte importante de la revisión de los cánones historiográficos se realizó en las exposiciones y catálogos que celebraron centenarios y efemérides, también las monografías y las historias generales redibujaron los paisajes del siglo. Le Corbusier, tempranamente sintetizado de forma magistral por Stanislaus von Moos, fue retratado admirativamente por William Curtis, y su figura titánica sufrió también los embates de una óptica más política en libros como el de François Chaslin; Mies van der Rohe, estudiado documentalmente por Fritz Neumeyer y biográficamente por Franz Schulze, experimentó igualmente la erosión de la militancia postmoderna, por más que su lenguaje se hubiera convertido en el esperanto del mundo contemporáneo. Autores como Mark Wigley y Beatriz Colomina nos mostraron la primera modernidad bajo la luz inédita de la moda y los medios de comunicación de masas, Juan Antonio Ramírez exploró la metáfora de la colmena desde Gaudí hasta Le Corbusier, y arquitectos como Rafael Moneo o el mencionado Eisenman se atrevieron a proponer su propios cánones de lo contemporáneo, suministrando referencias a los historiadores.

Estos, por su parte, trazaron sus mapas con propósitos y herramientas diferentes, ofreciendo panoramas difícilmente coincidentes. Así ocurre con las dos historias más difundidas y reeditadas, la muy ideológica y política de Kenneth Frampton y la más formal y narrativa del ya citado Curtis, y así ocurriría veinte años más tarde con las obras sintéticas de Alan Colquhoun y Peter Blundell Jones, o con la más monumental y reciente de Jean-Louis Cohen. Y si la postmodernidad se había anunciado con los libros de Jencks, Portoghesi y Klotz, apenas se clausuró surgieron las historias que daban cuenta de su transcurso, desde la muy temprana de Diane Ghirardo a la ejemplar de Reinhold Martin, y por supuesto la de su más notorio campeón, Charles Jencks, aparecida en 2011 al mismo tiempo que el mejor resumen del pensamiento en estas décadas, la introducción a la teoría de la arquitectura desde 1968 que redactaron Harry Francis Mallgrave y David Goodman. En un contexto más documental que teórico, e inspirados por la historia conceptual de Reinhart Koselleck, los cinco volúmenes de nuestro Atlas aspiran a ofrecer un relato coral de las arquitecturas del planeta en los albores del siglo XXI, incorporando además zonas como el África subsahariana o el Asia Central a menudo ignoradas por las historias habituales.

El surgimiento del postmoderno se ha asociado por Jorge Otero-Pailos a un cierto giro fenomenológico que es inevitable vincular a Christian Norberg-Schulz, divulgador de Heidegger entre los arquitectos y cuya influencia se extiende desde Charles Moore hasta Juhani Pallasmaa, en una recuperación de lo sensorial y lo táctil que no es ajena a la reflexión de Reyner Banham sobre lo ambiental, la recuperación de lo vernáculo y lo antropológico por la contracultura o la popularidad de las analogías biológicas que estudiaron Collins o Steadman. Antes de aparecer como libro en 1976, la investigación de Rykwert sobre la antropología de la forma urbana fue en 1963 un número de la revista Forum de Aldo van Eyck, y esa continuidad con las preocupaciones de los sesenta la expresa también Christopher Alexander. Mi propio libro sobre arquitectura y termodinámica —escrito en 1982 bajo el impacto de la crisis energética, pero no publicado hasta 1991— es deudor de Banham y Steadman tanto como de Rykwert o Choay, y aboga por la memoria frente a una modernidad amnésica.

La contracultura quiso hacer compatible la artesanía y el retorno a las raíces con la tecnología visionaria, y Buckminster Fuller fue la referencia esencial del Whole Earth Catalogue, el extraordinario proyecto editorial de Stewart Brand que inspiró a toda una generación, y que tuvo su expresión arquitectónica en el Shelter de Lloyd Kahn. Por entonces se publican también el Diseñar para el mundo real de Victor Papanek o Lo pequeño es hermoso de E.F. Schumacher, dos libros míticos que cristalizaron el talante del 68, y que en la arquitectura tuvieron también sus referentes técnicos y urbanos con las obras de sabor libertario redactadas por John Habraken, Robert Goodman o John Turner. La reflexión tecnológica se extendería en las décadas siguientes con libros exigentes como el de Ábalos y Herreros, y el debate sobre la ciudad con obras abrasivas como las de Lars Lerup o analgésicas como las de Jan Gehl o Edward Glaeser. El optimismo ingenuo de la contracultura se ha desvanecido en las últimas turbulencias geopolíticas, pero su futurismo propositivo sobrevive en el fermento innovador que sigue moviendo la escena arquitectónica, y su talante crítico en el inconformismo estético y ético que han alimentado las crisis recientes.

Las reflexiones urbanas de Rem Koolhaas sobre Nueva York o de Peter Eisenman sobre Berlín contrastan con la mirada a la historia de Rafael Moneo en Sevilla: tres autores que enredan su obra y su pensamiento.

El pensamiento europeo se vinculó con la sólida estructura académica americana a través de la charnela de Nueva York, donde el IAUS de Philip Johnson y Peter Eisenman introdujo a figuras como Rossi o Moneo a la escena anglosajona. Fue también allí donde se gestó otro de los libros canónicos de este medio siglo, el Delirious New York de Rem Koolhaas. Realista hasta el lindero con lo surreal, la inteligencia poderosa de Koolhaas dialogó con arquitectos como Bernard Tschumi o el propio Eisenman, invitó al apelativo deconstructivista por su fascinación con Ivan Leonidov, y con su colosal S,M,L,XL inventó un género de la literatura arquitectónica que prolongarían gentes formadas en su oficina, desde los holandeses MVRDV con FARMAX hasta el danés Bjarke Ingels y su BIG con Yes is More. Estos volúmenes-manifiesto han sido la más enfática manifestación del pensamiento y de la publicidad arquitectónicas, dos caras indisolubles de una disciplina que es un arte público y necesita del público para llegar a ser.


1967-2017

Cincuenta libros

Giorgio Grassi, La costruzione logica dell’architettura (1967)

Manfredo Tafuri, Teorie e storia dell’architettura (1968)

Stanislaus von Moos, Le Corbusier: Elemente einer Synthese (1968)

Stewart Brand ed., Whole Earth Catalog (1968)

Reyner Banham, The Architecture of the Well-tempered Environment (1969)

Christian Norberg-Schulz, Existence, Space and Architecture (1971)

Joseph Rykwert, On Adam’s House in Paradise (1972)

R. Venturi, D. Scott Brown, S. Izenour, Learning from Las Vegas (1972)

Museum of Modern Art, Five Architects (1972)

Manfredo Tafuri, Francesco Dal Co, Architettura contemporanea (1976)

Charles Jencks, The Language of Post-Modern Architecture (1977)

Kent Bloomer, Charles Moore, Body, Memory, and Architecture (1977)

Christopher Alexander et al., A Pattern Language (1977)

Robert Delevoy ed., Rational architecture (1978)

Colin Rowe, Fred Koetter, Collage City (1978)

Rem Koolhaas, Delirious New York (1978)

Philip Steadman, The Evolution of Designs (1979)

Kenneth Frampton, Modern Architecture: A Critical History (1980)

Françoise Choay, La règle et le modèle (1980)

Aldo Rossi, A Scientific Autobiography (1981)

Bernard Tschumi, The Manhattan Transcripts (1981)

Tom Wolfe, From Bauhaus to Our House (1981)

William J. R. Curtis, Modern Architecture Since 1900 (1982)

Vittorio M. Lampugnani, Lexikon der Architektur des 20. Jahrhunderts (1983)

A. Tzonis, L. Lefaivre et al., De taal van de klassicistiese architektuur (1983)

Franz Schulze, Mies van der Rohe: A Critical Biography (1985)

Fritz Neumeyer, Mies van der Rohe: Das kunstlose Wort (1986)

Peter Eisenman, House of Cards (1987)

Prince of Wales, A Vision of Britain (1989)

Luis Fernández-Galiano, El fuego y la memoria (1991)

Iñaki Ábalos, Juan Herreros, Técnica y arquitectura (1992)

Giovanni Fanelli, Roberto Gargiani, Il principio del rivestimento (1994)

OMA/Rem Koolhaas, Bruce Mau, S,M,L,XL (1995)

Mark Wigley, White Walls, Designer Dresses (1995)

Beatriz Colomina, Privacy and Publicity (1996)

Juan Antonio Ramírez, La metáfora de la colmena (1998)

MVRDV, FarMax. Excursions on Density (1998)

Panayotis Tournikiotis, The Historiography of Modern Architecture (1999)

Lars Lerup, After the City (2000)

Rafael Moneo, Inquietud teórica y estrategia proyectual (2004)

Juhani Pallasmaa, The Eyes of the Skin (2005)

Luis Fernández-Galiano ed., Atlas: Arquitectura global circa 2000 (2008)

Peter Eisenman, Ten Canonical Buildings, 1950-2000 (2008)

Bjarke Ingels, Yes is More (2010)

Jan Gehl, Cities for People (2010)

Reinhold Martin, Utopia’s Ghost (2010)

Mallgrave, Goodman, An Introduction to Architectural Theory (2011)

Edward Glaeser, Triumph of the City (2011)

Jean-Louis Cohen, The Future of Architecture Since 1889 (2012)

François Chaslin, Un Corbusier (2015)


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