Pocos estudios han sabido leer mejor el panorama de una profesión en tiempos de crisis, trabajando con presupuestos limitados, muchas veces alejados de las grandes ciudades y atendiendo a programas que exigen una sostenibilidad real. Para Harquitectes —fundado en 2000 por David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros y Roger Tudó— la necesidad es virtud, y es también la clave de un estética de moderación formal y poderosa materialidad que liga la arquitectura a su contexto, tal y como muestran las cuatro obras aquí presentadas: unas bodegas en Tarragona, una casa en Castelldefels, otra en Igualada y el concurso para la ampliación del MACBA, ganado junto a Christ & Gantenbein.