Las arquitecturas inflables o inflatoestructuras (como las llama el arquitecto español Prada Poole) nos invitan a buscar los medios, la manera de construir expresiones espaciales alternativas a los rígidos caminos arquitectónicos que nos desilusionaban cuando éramos niños.
La construcción neumática actual tiene sus orígenes en las investigaciones desarrolladas durante la ii Guerra Mundial. Los centros de investigación militares construyeron hospitales, hangares y hasta puentes inflables que resultaron muy eficaces por su facilidad de transporte y velocidad de montaje. Se produjeron incluso tanques inflables para utilizarlos como señuelos falsos ante los aviones de reconocimiento enemigos. Tras la guerra, la experiencia adquirida se aplicó a la industria para producir protecciones de radares y cubiertas de barco, y también hangares móviles...