Con este proyecto se pretende cubrir un nuevo nicho de mercado: el llamado glamping (de glamour y camping), que practican aquellos que no renuncian al contacto directo con la naturaleza, pero tampoco al confort de su vivienda urbana. La relación con la naturaleza se procura por el carácter temporal, ligero y completamente desmontable de una serie de burbujas que, sin apenas tocar el suelo, están sostenidadas por una estructura metálica muy liviana. Estas burbujas se organizan en dos tipos: el primero, con forma de donut, está formado por viviendas compactas de 50 metros cuadrados; el segundo, modular, es una estructura crecedera que surge de la macla a lo largo de un eje longitudinal de unidades de 42 metros cuadrados.

La mejora de las condiciones de habitabilidad respecto a las convencionales en otras soluciones textiles depende de la envolvente de los módulos, una membrana que proporciona una adecuada protección frente a los rayos ultravioleta, además de ser impermeable y resistente al fuego. Completamente reciclable una vez acabada su vida útil, esta membrana está conformada por dos capas paralelas. La exterior se ha fabricado mediante máquinas de corte numérico, y es el resultado de ensamblar mediante soldadura ultrasónica las diferentes partes que componen la piel (una onda de alta frecuencia mueve las moléculas del plástico de las piezas, provocando que estas se fundan e impermeabilizando así el conjunto). Por su parte, la hoja interior tiene la singularidad de que puede colocarse desde dentro, sin necesidad de desmontar la capa exterior.