Hace una década se inauguraba en la ciudad alemana de Duisburg, cuenca del Ruhr, el Museo Küppersmühle (MKM) en el interior de un edificio fabril de ladrillo construido a principios del siglo XX y remodelado por Herzog y de Meuron en una operación de cirugía que, sin modificar su volumen exterior y a base de eliminar forjados y añadir un cuerpo exento de escaleras, respetaba la presencia del molino original (véase AV 77). Con vistas a la capitalidad europea de la cultura en 2010 se ha encargado a los mismos arquitectos la ampliación del MKM. La respuesta esta vez ha sido más contundente: un paralelepípedo translúcido posado sobre los silos de chapa roblonada, formando una T que aspira a convertirse en un hito en la ciudad. Situado a 36 metros sobre el suelo, el añadido acogerá 22 nuevas salas para la colección de Sylvia y Ulrich Ströher de arte contemporáneo alemán, en 2.000 metros cuadrados. El inicio de las obras está previsto para mediados de 2009.