Profetas en su patria, Herzog & de Meuron son los autores de la rehabilitación del Museo de las Culturas de Basilea. Construido en 1849 sobre el solar de un antiguo monasterio, el Museo fue el primero de su tipo en la ciudad, y alberga una colección de más de 300.000 objetos de toda índole, procedentes de distintas colecciones etnográficas atesoradas por la institución a lo largo de su historia. Unido a su gemelo dedicado a la historia natural, el Museo de las Culturas carecía hasta ahora de una entrada independiente, de ahí que la primera intervención haya consistido en proveer de un nuevo acceso al edificio, que se produce a través de una plataforma rehundida. Sin embargo, lo más singular del proyecto es la cubierta, cuya geometría facetada resuena con la de los tejados de la ciudad medieval. Esta nueva cubierta —de la que cuelgan varios cables colonizados con plantas trepadoras— está revestida de piezas hexagonales cerámicas, de tonos verdes muy oscuros, capaces de reflejar la luz solar incluso cuando el cielo está encapotado, creando de este modo un singular efecto atmosférico.