
La conocemos sobre todo por sus imágenes surrealistas, así como por su minuciosa documentación del proceso de su compañero Picasso para pintar el Guernica. Pero antes de todo ello, Dora Maar se había valido como fotógrafa comercial y de moda, donde empezó experimentando con las técnicas de vanguardia, y también le gustaba recorrer las calles como una flâneuse cámara en ristre. Hasta septiembre, el Museo Lázaro Galdiano se llena de las instantáneas que tomó en una visita a Barcelona en 1933, acompañadas por una selección de dibujos apenas vistos, que reflejan su constante búsqueda de nuevas formas de representación.