De todos los edificios diseñados por Renzo Piano, el que con más entusiasmo se sigue admirando es el pabellón de la exposición itinerante de IBM, de 1983. Puede que otros diseños de Piano sean más conocidos o alabados con más frecuencia, pero ninguno tiene la fuerza de impulsar a sus admiradores a semejantes extremos en el detalle de sus explicaciones, a semejantes esfuerzos en busca de las palabras para describir las bondades de su disero y de su ejecución. Las razones de que el edificio provoque tanta admiración son fáciles de entender: al ser una envoltura facetada y acristalada que se ha podido ver normalmente en medio de unos jardines, hace realidad las visiones ancestrales del Movimiemo Modemo, desde la Glasarchitekrur de Paul Schoerbart hasta el Crystal Palace de Joseph Paxion, e incluso más atrás en el tiempo, al ser ligero, transponable y provisional, hace realidad los sueños de visionarios más recientes como Buckminster Fuller; su perfil no rectangular satisface la aversión posmodema hacia los sólidos elementales del Estilo Internacional...[+]