Ajena a la tradición arquitectónica local pero muy atenta a las claves paisajísticas de su entorno, la propuesta del estudio danés BIG —en colaboración con equipos locales como TNT Nuuk, Ramboll Nuk y Arkitekti Inge Bisgaard— ha resultado ganadora del concurso para la sede del Museo de Arte de Groenlandia, que se construirá en la capital, Nuuk.

Siguiendo el perímetro de una loma, el edificio adopta la forma de una cinta de hormigón que se posa sobre la ladera, dialogando de manera sintética con el paisaje. Los espacios expositivos se vuelcan a un patio central —ocupado por un jardín de esculturas al aire libre—, generando una transparencia que, potenciada por la propia pendiente del terreno, permite abrir las vistas al paisaje de los fiordos, especialmente desde el atrio que franquea la entrada a esta construcción potente y simbiótica.