La edificación existente se componía de un bloque de siete plantas construido en los años sesenta como archivo de documentos bursátiles, más una pequeña nave. Las ordenanzas al uso, nada respetuosas con el entorno, propiciaron la construcción de un enorme volumen fuera de escala respecto a los edificios contiguos, dando pie a la aparición de unas inmensas medianerías. La decisión de la propiedad de optar por el acondicionamiento del edificio centra el proyecto en medidas de adaptación de la volumetría existente a las nuevas demandas que hoy reclama el sector terciario. Se prescinde sólo de la nave, creando un patio de nueva planta alrededor del cual surge el bloque acristalado de siete alturas.

Analizado el edificio, se propone ‘esculpir’ el sólido capaz y modificar, ampliándolos, los patios interiores. Ambas intervenciones reducen en su conjunto la edificabilidad global del nuevo edificio respecto al existente. Los muros medianeros con los edificios colindantes hacia Alfonso XII se retranquean convirtiéndose en fachadas abiertas, con lo que se consigue el doble objetivo de reducir el impacto de las medianerías y mejorar la iluminación natural en las oficinas. De los dos patios interiores del edificio original, el primero se amplía formando un atrio que conecta todo el sistema de circulaciones interiores; por su parte, el patio de la escalera se incorpora visualmente al primero. Finalmente, se abren una serie de vacíos verticales para ubicar las instalaciones. Al edificio se accede desde la calle Alfonso XII, a través de unas puertas intencionadamente reducidas en altura tras las que sorprenden las dimensiones del atrio, iluminado cenitalmente, que enhebra todas las plantas recorriendo el edificio de abajo arriba, incluido el aparcamiento, conectado mediante una pequeña escalera con el vestíbulo.

En los acabados interiores de los espacios comunes, vestíbulos y escaleras, se han empleado materiales nobles: madera, piedra y acero inoxidable, coherentes con los estándares del inmueble. Los locales de trabajo, sin embargo, se entregan preacabados, ya que están destinados al régimen de alquiler. El singular emplazamiento junto al parque del Retiro determina los rigurosos acabados de las fachadas, en vidrio y piedra. A medida que gana altura, la proporción entre uno y otra varía, llegando a convertirse en muro totalmente acristalado al llegar a las últimas plantas... [+]