Pools, Câmara de Lobos
Paulo David 


Câmara de Lobos es un pequeño pueblo pesquero situado a pocos kilómetros de Funchal, la capital de Madeira. La localidad está fundada en una bahía de perfil rocoso formada a partir de las coladas de lava volcánica originadas a lo largo de los siglos en los cráteres que salpican la isla. El proyecto para las piscinas públicas de las Salinas y el paseo marítimo constituye una amplia intervención paisajística que recualifica un rincón de la costa de acantilados previamente ocupado por las infraestructuras industriales propias de las actividades tradicionales del pueblo, dedicado en el pasado a la desecación del pescado y a la producción de sal. Para la transformación del lugar y su incorporación a la red de servicios públicos para los habitantes de la isla, el programa, distribuido en distintos niveles, consta de zonas de baño, solárium, cafetería, restaurante, jardines y aparcamiento subterráneo.

El proyecto, que sufrió varias modificaciones durante el proceso de construcción para adaptarse tanto a las dificultades geológicas como a las necesidades de la población, establece un gran muro de bloques de basalto negro que soporta las rocas del acantilado para prevenir deslizamientos, define un frente marítimo en la línea de costa y, finalmente, contextualiza el proyecto gracias al uso de piedra local para su levantamiento. El muro articula los diferentes espacios del programa al incorporarlos en un recorrido ascendente que une el extremo de las piscinas con el paseo marítimo y el circuito de senderos sobre el Atlántico conocido como Caminho da Trincheira. En el nivel más bajo, una gran plataforma de hormigón que se extiende hacia el mar sirve como solárium y contiene las piscinas. Este plano, que en su extremo se introduce en el agua mediante una escalinata, opone la artificialidad de su geometría sencilla a los macizos irregulares de roca que afloran en su perímetro y se relaciona directamente con la horizontalidad del océano. La misma estrategia se repite en un plano superior donde se apoya la cafetería. Tanto los vestuarios, los aseos y cuartos de servicio como los espacios de comunicación entre las piscinas y la cafetería están alojados en las paredes de roca y se iluminan por aberturas practicadas en el muro. Un ascensor conecta estos niveles inferiores con la calle superior y la plaza sobre el aparcamiento. La torre de hormigón en la que se aloja emerge tras la muralla configurando un potente hito en el paisaje e interrumpiendo junto al cuerpo del restaurante la horizontalidad de la cinta de piedra.

Para la construcción del muro —que en ciertos puntos alcanza los doce metros de altura— se han empleado bloques de basalto, una piedra muy frecuente en estas islas y empleada comúnmente para la realización de muros y pavimentos en la arquitectura doméstica. Los bloques, cuyo grosor varía entre los 30 y los 45 centímetros, fueron cincelados a mano y dispuestos a hueso en hiladas uniformes según las técnicas tradicionales de construcción de muros de contención para la formación de terrazas cultivables en las laderas de Madeira. Junto a la piedra, el uso de la madera y el acero cortén toman protagonismo en las estructuras que contienen los jardines y en el volumen del restaurante, que ha sido concebido como un mirador sobre el océano cuya planta trapezoidal se abre hacia el paisaje para enmarcar el impresionante panorama marino... [+]


Obra

Piscinas de las Salinas y paseo marítimo en Câmara de Lobos, Portugal.

Cliente

Sociedade Metropolitana de Desenvolvimento; Gobierno Regional de Madeira.

Arquitecto

Paulo David.

Colaboradores

C. Aguiar, J. Nobrega, I. Rocha, D. Mayer, P. Faria, F. Tomaz, R. Reis, S. Arriegas, L. Spranger, L. Ramalho.

Consultores

João Gomes da Silva / Global (paisajismo); Duarte Rui Gouveia / Kplano (estructura); Ruben Sobral (electricidad); José Galvão Teles (climatización); José Jesus (hidráulica); António Matias (seguridad); ECG Plan / Rui Canastro (coordinación).

Contratista

Etermar-Somague.

Fotos

Fernando Guerra / FG + SG.