En la localidad de Villejuif, al sur de París, se ha construido un conjunto de 104 viviendas de alquiler con aparcamiento subterráneo. El solar pertenece a un barrio bastante abandonado y prácticamente desocupado, situado en una zona de carácter heterogéneo pero dotada de un fuerte atractivo derivado de la variedad de las edificaciones que la integran. La morfología del edificio es consecuencia de un profundo estudio del lugar donde se implanta.

El proyecto hace referencia simultáneamente a la vivienda colectiva y la casa individual. Considerando estos dos arquetipos, los combina para generar una imagen híbrida. Así se consiguen algunos de los objetivos de la propuesta: construir un conjunto de alojamientos en los que un espacio central alargado, a modo de jardín, potencie el efecto villa urbaine, separando del entorno este patio común a través de un porche y una prolongada calle peatonal de acceso; animar la volumetría fraccionando las masas construidas para evitar la monotonía de las siluetas del conjunto y potenciar su asimilación e integración en el barrio; y, por último, dotar a los espacios exteriores de calidad urbana. Este interés por la pluralidad provoca que los tipos de alojamiento que resultan presenten morfologías muy variadas, desde la tipología alargada de vivienda pasante hasta los dúplex situados en la parte superior.

El tratamiento de las fachadas también acentúa el efecto de diversificación de las masas construidas: sobre la base, conformada por los primeros niveles de apartamentos, se posan las casas que coronan los edificios. El cuerpo bajo de cada unidad, revestido con capas de revoco en diferentes tonos de grises, adquiere una apariencia mucho más pesada que las viviendas superiores, rematadas con bóvedas o puntas de diamante y cubiertas con planchas de cobre de color azul-verdoso. Estos mecanismos se han utilizado con objeto de matizar las diferencias que surgen al incorporar este grupo de viviendas dentro de la imagen descuidada del complejo entorno de Villejuif...[+]