La promoción residencial 79th& Park Hillside se encuentra junto al histórico Gärdet, una popular zona natural al este del centro de Estocolmo. Este área forma parte del Real Parque Nacional Urbano, que consiste en un cinturón verde protegido —donde se suceden bosques, lagos, campos abiertos y playas— de unos diez kilómetros de extensión en torno a la capital sueca. El proyecto realizado por BIG responde a este excepcional enclave con una actitud respetuosa, materializada en una construcción singular que se integra con sensibilidad en el perímetro del parque y busca maximizar las vistas de todas las viviendas sobre el paisaje.

El proceso de diseño comienza con una retícula de cuadrados, que se superpone a la manzana dejando libre un hueco central conectado con la calle a través de tres pasajes abiertos. A partir de esta configuración, la malla se extruye para conformar un volumen final de altura variable que se relaciona con los distintos elementos circundantes: para integrar la propuesta con la ciudad, las esquinas sureste y noroeste se elevan hasta alcanzar la cota superior de las edificaciones vecinas —aunque una de ellas está actualmente en proceso de remodelación—; el extremo noreste, cuyos apartamentos inicialmente se quedarían sin una visión directa del entorno, se eleva por encima del resto del conjunto para ofrecer a los residentes una espectacular imagen panorámica que se extiende hasta el puerto; por el contrario, la parte más cercana al Gärdet sólo tiene dos alturas para no obstruir el campo visual del resto de apartamentos y permitir que el patio interior reciba abundante luz directa a lo largo del día. Sobre este esquema, la cubierta se modela como una topografía escalonada, cuyo perfil progresivo matiza la transición entre la escala natural y la urbana. El edificio se concibe como una extensión del parque, y su cubierta se acondiciona con terrazas ajardinadas que forman parte de algunas viviendas, y a las que se accede desde pequeñas escaleras de caracol metálicas. En este sentido, también el patio interior se acondiciona con vegetación, que se ordena según el patrón modular de la planta general.

Además de estructurar el complejo, esta red pixelada contribuye a reducir el impacto visual del bloque, ya que introduce en el alzado la dimensión amable de lo doméstico. Por otro lado, el rigor de esta estrategia permite emplear unidades prefabricadas de tamaños estándar, lo que reduce los costes de la construcción. La envolvente se ejecuta con amplios paños acristalados y revestimientos de madera, entre los que se intercalan balcones cerrados con celosías en una sucesión rítmica que enriquece la fachada.