Torre Deutsche Bank, Sídney
Norman Foster 

Torre Deutsche Bank, Sídney

Norman Foster 


Situada en el distrito financiero de Sídney, en una parcela cercana al puerto, la torre Deutsche Bank continúa la investigación tipológica sobre bloques de oficina, que comenzó con el proyecto para el Banco de Hongkong y Shanghái, redefiniendo la organización habitual del espacio de trabajo y explorando nuevos mecanismos para que el edificio se integre en su contexto urbano. Con treinta y un niveles de altura, la torre utiliza nuevas estrategias de flexibilidad en los forjados de oficina y genera un amplio espacio público en planta baja que aligera la densa trama urbana en el centro de la ciudad más poblada de Australia.

El inusual diseño del edificio responde a diversos factores como la estrechez de la parcela, la necesidad de amplios espacios diáfanos y las regulaciones urbanas que impedían que se bloqueara el soleamiento de dos espacios públicos cercanos. Así mismo, la orientación se ha definido según criterios medioambientales y con la intención de maximizar las vistas hacia el puerto. Un atrio, que recorre el volumen de arriba abajo, recoge la luz del sol de los niveles de oficinas y la conduce hacia el interior de la torre. Atravesado por una serie de puentes, el atrio se sitúa entre el núcleo de ascensores y las oficinas, y se concibe como un espacio de circulación independiente del lugar de trabajo, que clarifica y ensalza el movimiento a través del edificio.

Para permitir una mayor flexibilidad en la distribución de los espacios, se ha invertido el esquema habitual de muro cortina, situando los montantes y travesaños en la cara externa de las fachadas de vidrio. Esta gran retícula de perfiles revestidos de aluminio, que se repiten cada tres plantas, se extiende más allá del último nivel con uso, creando un remate triangular que genera el perfil inclinado distintivo de la torre. Además, la línea diagonal enlaza visualmente dos edificios de diferente altura que se sitúan a ambos lados de la parcela, completando así el skyline de Sídney.

En el nivel inferior, el mundo privado de la torre se entremezcla con la vida pública de la ciudad en una plaza cubierta conocida como la ‘asamblea’. Este amplio espacio, con una altura libre de cuatro plantas, funciona como lugar comunitario y como preámbulo del vestíbulo de las oficinas, con comercios, cafeterías y una guardería.

El edificio ha sido sometido a una serie de pruebas que analizan su funcionamiento energético con el objetivo de alcanzar una calificación de 4,5 según el sistema de certificación SEDA Australia (Sustainable Energy Development Authority).