Concebido como un espacio para la cerámica y el arte, el pabellón de madera de 96 metros cuadrados se sitúa a escasos metros del centro cultural Kyushu Geibunkan. El taller funciona como un edificio adyacente al museo desde el que se tiene una vista completa del edificio principal y del otro pabellón adyacente, una galería de hormigón blanco de los arquitectos Hirokazu y Yoko Suemitsu.

Con el fin de construir un espacio de refugio y descanso para los visitantes, el pabellón se diseña a modo de gran pérgola con dos pequeños recintos cerrados destinados a la zona de trabajo de los artistas. Para las zonas cubiertas se utilizan paneles de virutas de madera reciclada mientras que la estructura principal se construye a partir de pequeñas piezas con forma de triángulo isósceles de cedro local, de 20 kilógramos de peso y 2,5 metros de longitud, apoyadas sobre pilares de la misma madera. Siguiendo una retícula hexagonal, que permite extenderse en tres direcciones, las piezas triangulares se insertan unas en otras generando una estructura de forma orgánica y abierta. El pabellón evoca el cobijo natural que las grandes copas de los árboles proporcionan. Un espacio apacible donde la luz y el aire se filtran suavemente a través de la retícula de madera.