Situada en una zona industrial del sureste de Amsterdam, la nueva sede de G-Star Raw reúne en un gran edificio de 140 metros de largo todas las instalaciones que la marca de ropa holandesa tenía dispersas por la ciudad, estimulando la interacción entre los diversos departamentos. Los 27.500 metros cuadrados de superficie se reparten en tres zonas que se expresan volumétricamente para conformar la imagen exterior de la edificación y determinar la relación entre los espacios: una gran base para el parking y la zona de carga, que forma un plinto de una altura; un núcleo central para los departamentos de diseño; y una zona de oficinas y gestión que crea una envolvente sobre el núcleo creativo. El contraste de materiales refuerza la distinción de las zonas, ya que la base y la envolvente emplean paneles de hormigón negro, mientras el núcleo de diseño está formado por volúmenes de vidrio con retranqueos y vuelos sobre la fachada. La cubierta del plinto ofrece una amplia explanada delante de este frente acristalado, en el que destaca un gran voladizo sobre el acceso principal que alberga los showrooms para visitantes. Una fachada móvil con enormes puertas correderas, similares a las que cierran los hangares, crea un espacio de interacción entre el interior y el exterior que otorga flexibilidad para el desarrollo de eventos.