Creada en 1922 a partir de la demolición de una manzana antigua, la plaza en honor a José Bonifácio, el Patriarca de la Independencia, se sitúa en un lugar estratégico de la ciudad de São Paulo. Ocho vías urbanas confluyen en este espacio de tránsito que además tiene conexión con el Vale do Anhangabaú a través de una galería de arte subterránea. El proyecto, promovido por la asociación Viva o Centro, contemplaba dos intervenciones: remodelar la plaza, reorganizando el trayecto de los autobuses para ceder superficie a los peatones, y construir una estación a lo largo del Viaduto do Chá que finalmente no se llevó a cabo.

Un pórtico metálico redefine el espacio público estableciendo un nuevo orden intermedio que dialoga con la escala humana y la dimensión urbana. Suspendida desde su centro, una gran marquesina curva señala el acceso al pasaje inferior y delimita un área protegida del sol y la lluvia. La viga en forma de «Y», que salva una luz de cuarenta metros, fue diseñada para resistir los esfuerzos de torsión generados por la acción asimétrica del viento. Enfatizando la aparente inestabilidad del conjunto, el encuentro entre el dintel y los soportes se produce en un único punto de tangencia formado por chapas curvas, sin tornillos ni soldaduras.