Elevada sobre ocho pilares cilíndricos, la casa King evita alterar el paisaje que la rodea, reduciendo al mínimo los movimientos de tierra necesarios para su construcción. ?La parcela, de 2.500 metros cuadrados, cuenta con una exuberante vegetación característica del barrio residencial Chácara Flora en el que se encuentra. Sin embargo, en lugar de volcarse hacia el inmenso jardín exterior, las estancias se organizan en torno a un patio central, que acota un espacio con una escala más cercana al ser humano, donde se desarrolla la vida interna de la casa.

La pendiente del terreno comienza en el nivel de la calle y asciende durante el camino hacia la vivienda hasta interrumpirse en una plataforma de llegada, bajo la cual se localizan semienterradas las instalaciones de servicio. Una escalera longitudinal de dos tramos da acceso a los espacios principales que se concentran en el lado noreste, reduciendo la franja suroeste a un estrecho corredor al aire libre.?Por su parte, los dormitorios se agrupan junto a la fachada en un paquete con baños intercalados, creando un frente continuo hacia el gran salón. Este espacio común se relaciona de forma directa con el vacío interior por donde circula el aire que regula la temperatura y la humedad de la vivienda.