Dotado de servicios básicos, el refugio consiste en un módulo de 55 metros cuadrados de superficie completamente industrializado y prefabricado, transportable por carretera y que se puede instalar en prácticamente cualquier enclave, aunque se haya diseñado para abrirse a las vistas de paisajes naturales. Las zonas húmedas se agrupan de tal manera que el único recinto cerrado en el interior de la casa es el cuarto de baño, que comparte instalaciones con un pequeña cocina abierta tipo americana. El resto del refugio corresponde a un único espacio vividero.

Completamente equipado y acabado, el módulo de 25 toneladas de peso se transporta por carretera hasta situarse en el enclave elegido; energéticamente, es autónomo, al estar dotado de un tanque de agua caliente de 120 litros.

Todo el edificio sigue la misma lógica de construcción metálica. La estructura a base de perfiles de acero de pequeña escuadría queda revestida por paneles sándwich del mismo material, en cuyo interior se dispone una capa de aislamiento de lana de roca de 25 centímetros de espesor. Grandes paños de vidrio con carpinterías deslizantes se abren al exterior para crear un ambiente luminoso, enriquecido por dos lucernarios abiertos en la cubierta.