Jean Prouvé no residió de forma continuada en la casa de verano que proyectó para su familia a las afueras de Nancy hasta casi el final de su vida. Incluso durante las obras, pasaba toda la semana en París —donde trabajaba para la empresa Aluminium Français— y regresaba únicamente el fin de semana. La importancia de esta vivienda radica en que su construcción comenzó en 1954, inmediatamente después de que renunciara a la dirección de la fábrica de Maxéville. No tanto por la leyenda, alimentada por él mismo, en la que aseguraba haber empleado materiales ‘robados’ de la misma, sino porque al abandonarla tuvo que renunciar al sistema constructivo previsto por otro más artesanal.

Nacido en París, su carrera comenzó en 1916, empleado como herrero artístico en la École de Nancy, un baluarte del Art Nouveau dirigido por su padre. En 1931 creó su propia sociedad, Les Ateliers Jean Prouvé, que dieciséis años después se trasladaría a Maxéville, incrementando la producción de casas desmontables, elementos prefabricados y piezas de mobiliario. A pesar del éxito, los graves problemas económicos le llevaron a la firma de un acuerdo que asignaba a la empresa Studal los derechos exclusivos de la venta de sus productos. Sin embargo, las continuas discrepancias con el accionista mayoritario de la firma provocaron su dimisión como director de los talleres y su abandono definitivo en la primavera de 1952... [+]