A dos kilómetros del municipio gerundense de La Escala, al norte de la Costa Brava, Empúries fue la puerta de entrada de la cultura griega y romana a la península. Los yacimientos hallados en la zona, cuyas primeras excavaciones comenzaron en 1908, forman uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de la península, especialmente valioso para el estudio de la evolución del urbanismo en Occidente, y está formado por tres núcleos diferentes, dos griegos y uno romano: la palaiápolis o ciudad antigua —primera colonia que se instaló en una isla frente a la costa, hoy San Martín de Ampurias—, la neápolis o ciudad nueva —la zona de crecimiento al sur de la anterior y tierra adentro—; y la ciudad romana, un rectángulo de 750x350 metros delimitado por una muralla con un sistema de cardo y decumano.

Situado en el extremo sur del conjunto, el nuevo edificio — denominado Centro de Recepción de Visitantes del Museo Arqueológico de Cataluña en el conjunto monumental de Empúries— resuelve un programa variado que integra una zona de recepción, venta de entradas, tienda, una sala multiusos, cafetería, restaurante-terraza y aseos. La superficie total construida del edificio es de 1.079 metros cuadrados, y está ubicado junto a la antigua entrada al conjunto arqueológico, frente al actual aparcamiento y con vistas sobre la neápolis griega. Se trata de un lugar altamente sensible dado su interés patrimonial y paisajístico. El proyecto utiliza el desnivel existente entre la cota superior de la carretera de acceso y la inferior de la explanada para construir una única planta semienterrada y con una cubierta de césped, que se funde totalmente con los jardines que la circundan. La arquitectura propuesta no pretende emular o integrarse con los restos grecorromanos sino, por el contrario, crear una nueva geometría ‘natural’, irregular y sin forma precisa, en continuidad con la topografía existente.

El edificio está construido utilizando un único material, el hormigón visto, con diferentes tipos de acabado: encofrado con cañas en los techos; encofrado con listones de madera rugosos en los planos verticales y pavimento continuo.

La planta se organiza en un esquema lineal que proporciona un espacio de transición entre la zona de acceso y aparcamiento y el complejo monumental, con una secuencia de dos compresiones, una al entrar al edificio y otra al salir hacia los yacimientos, y un ensanchamiento en su zona central, donde se dispone un patio semicubierto que relaciona los distintos usos previstos.