El proyecto transforma la zona alrededor de la plaza Gomila, en el barrio El Terreno, de Palma de Mallorca. La primera fase de la intervención, ya finalizada, cuenta con sesenta viviendas de diversos tamaños y tipologías, así como espacios comerciales. La familia Fluxà, propietaria de la marca mallorquina de calzado Camper, adquirió una serie de parcelas alrededor de la plaza, iniciando un plan de renovación. El resultado es un conjunto de edificios diferentes, cada uno con un cromatismo e identidad propia, que conectan con el eclecticismo del barrio.

Tanto la tipología de vivienda, como las características constructivas y de diseño son diferentes en cada edificio, siempre dentro de un lenguaje común e identificable. Los cinco edificios terminados en la primera fase incluyen el Gomila Center, que constituye el corazón del barrio. La construcción de 1979, obra del arquitecto Pere Nicolau, se rehabilita. Este edificio de color blanco presenta en la planta baja un amplio patio abierto al público, un restaurante, oficinas y un gimnasio. Los apartamentos se sitúan en las plantas superiores.

Al lado del Gomila Center se encuentran las casas rojas, conocidas como Las Casitas, un conjunto de viviendas adosadas, que se desarrollan alrededor de un patio trasero. Las fachadas se diseñan con variaciones del color rojo, que se oscurecen en la parte central. En vertical la textura de la fachada se suaviza en las plantas superiores, creando un efecto más rugoso en contacto con la calle.

Al otro lado del Gomila Center, situado en una prominente esquina de la calle, se encuentran Las Fabri-Casas, un conjunto de viviendas adosadas con cubierta en forma de diente de sierra. Las fachadas de cerámica azul repiten la estrategia del degradado, más claro en contacto con el Gomila Center, el edificio blanco, y más oscuro en el otro extremo.

Adyacente a este edificio se encuentra Terra, un edificio de apartamentos construido con bloques de tierra compactada, rematado con una piscina comunitaria en la azotea, que ofrece vistas al cercano castillo de Bellver.

Por último, al otro lado de la calle, en la misma plaza Gomila, se encuentra el edificio La Plaza, una transformación de un edificio existente que alberga una restitución del histórico bar Bellver, oficinas y una azotea comunitaria con vistas a la bahía y la catedral. El color verde y la textura de la fachada conectan con el arbolado existente en la plaza.

Los edificios se han proyectado para minimizar el consumo energético cumpliendo los criterios de confort del Passive House Institute. El conjunto se complementa con una instalación fotovoltaica de autoconsumo energético.