La propuesta parte de la idea de la ciudad como un ecosistema humano en equilibrio y conectado —en el que el todo es más que la mera suma de las partes—, con el propósito de hacer del centro de West Palm Beach —una de las ciudades con mayor potencial turístico y humano de Florida— un lugar dinámico e inclusivo donde las actividades y los espacios queden entrelazados de una manera funcional y a un tiempo creativa. Esta metaformosis urbana depende de un objetivo doble: por un lado, la conexión de la ciudad con el Lake Worth Lagoon —la gran superficie de agua a la que hasta ahora le había dado en buena medida la espalda—; y la creación, por el otro, de una trama que haga posible generar nuevas oportunidades urbanas, económicas y de ocio.

Con estos fines, el proyecto actúa sobre dos focos fundamentales: el frente acuático y el Banyan Hub. El nuevo frente acuático cobijará la mayor parte de las actividades realizadas al aire libre, de ahí que se haya proyectado como una sucesión de microclimas generados mediante la integración de la vegetación y una serie de dispositivos bioclimáticos. 

Por su parte, el Banyan Hub reciclará la estructura de un viejo garaje en superficie para convertirse en un espacio destinado a la innovación, que será programáticamente flexible, asumirá los cambios que puedan irse produciendo con el tiempo y estará acondicionado de manera pasiva.