Diseñado para albergar las diversas actividades de creativos y artistas, así como de los miembros de la Platoon Network, este edificio es el resultado de reutilizar 34 contenedores de transporte estandarizados, que se apilan distribuidos en una rigurosa matriz geométrica. La estricta modulación impuesta por los singulares elementos compositivos utilizados funciona como un mecanismo para la contención formal y como una herramienta de definición del proyecto. Cada uno de los contenedores tiene un volumen interior de 76 metros cúbicos y vacío pesa alrededor de los 4.000 kilos. Los containers están preparados para soportar, además de su peso propio, una carga adicional de 26.580 kilogramos, hecho que los convierte en perfectas unidades estructurales. Tanto el espacio interior como el aspecto exterior de la obra muestran los contenedores desnudos, en un ejercicio que pretende ser un ejemplo de sinceridad constructiva y de responsabilidad medioambiental.