Situado en el corazón del barrio Nørrebro, al norte de la capital danesa, el parque Superkilen representa con un lenguaje contemporáneo la diversidad cultural de la zona. El equipo de Bjarke Ingels, en colaboración con el grupo de artistas daneses Superflex y con los paisajistas berlineses Topotek 1, abordó el proyecto como un ejercicio de participación ciudadana. En lugar de instalar bancos, farolas y papeleras de diseño, se pidió a los vecinos de más de sesenta nacionalidades diferentes que sugirieran objetos de sus lugares de origen que echaran de menos y que consideraran que podrían mejorar el espacio urbano danés. Máquinas de gimnasia de las playas de California, sistemas de drenaje de las aguas de Israel, palmeras de China, señales de neón de Rusia, o el famoso toro de las carreteras españolas, son algunas de las piezas de mobiliario urbano que forman parte de esta galería universal con una superficie de 30.000 metros cuadrados. Todos ellos acompañados de una leyenda explicativa, en danés y en el idioma de origen. El resultado es una especie de jardín surrealista construido con más de cien objetos heterogéneos procedentes de todo el mundo, que revelan los verdaderos colores del Copenhague contemporáneo.

El parque se estructura en tres áreas diferenciadas por colores: la zona roja, la negra y la verde, cada una de ellas con una condición espacial y funcional distinta. El área roja se concibe como una extensión de las actividades deportivas y culturales del polideportivo Nørrembrohall. Un mosaico de diferentes materiales en tonos rojizos se extiende desde el suelo y se pliega hasta las fachadas laterales de los edificios cercanos como si de una alfombra se tratase. Durante el fin de semana la Plaza Roja alberga un mercado local que atrae a visitantes del centro de Copenhague y la periferia. El segundo espacio, la Plaza Negra es el corazón de Superkilen. Mesas permanentes, bancos turcos o zonas para barbacoas hacen de ella una gran sala de estar al aire libre donde los vecinos pueden reunirse en torno a la fuente marroquí o echar una partida de ajedrez. Las ondulantes líneas blancas sobre el pavimento oscuro indican la direccionalidad de la plaza y se adaptan al contorno de los elementos que aparecen en su recorrido. En la tercera zona, el Parque Verde, explanadas y colinas ofrecen áreas donde las familias pueden hacer picnic, tomar el sol o jugar al bádminton. Así, se satisface una vieja reivindicación de los residentes que demandaban más zonas verdes en el barrio. Superkilen es un espacio pensado por y para los vecinos que participan en la toma de decisiones durante todo el proceso de diseño.