Vietnam ha sido tradicionalmente un país agrícola, pero los cambios acelerados que está sufriendo su economía en estas últimas décadas han alejado a las nuevas generaciones del campo, al mismo tiempo que han convertido las ciudades en ecosistemas cada vez más contaminados.

Hacer frente a esta situación utilizando la pedagogía es el objetivo de este jardín de infancia cuya singularidad es la incorporación de la agricultura como tema de enseñanza. Para ello, el programa de aulas y zonas de servicio se dispone en una banda de crujía estrecha y pasante que se enrosca sobre sí misma, levantándose por tramos del terreno o incrustándose en él. El resultado es una cubierta continua, accesible desde el suelo, y que se cubre con vegetación. La cubierta verde no sólo permite expresar de un modo directo la función del edificio, sino que funciona como un campo de pruebas donde los niños pueden experimentar con los cultivos y familiarizarse con un oficio milenario. Complementada con las fachadas, que también están vegetadas, la cubierta dota de un excelente aislamiento térmico y acústico al conjunto, e incorpora paneles de captación solar, además de alimentarse con agua reciclada. Todo ello hace posible que el consumo energético del edificio se reduzca al máximo.