En el corazón del campus tecnológico de Hoa Lac, a treinta kilómetros de Hanói, se levanta un centro de formación para los ingenieros de Viettel, el mayor operador móvil de Vietnam, que cuenta con aulas, salas de reuniones, auditorios, oficinas y alojamiento temporal.

En lugar de concentrarse en un único volumen de gran escala, el edificio evoca la idea de una aldea al descomponerse en un conjunto de doce paralelepípedos de diferentes tamaños: los dos principales cuentan con cuatro y cinco alturas, mientras que los demás oscilan entre dos y tres niveles. Concebidos como lugares de encuentro e intercambio entre los trabajadores, los intersticios resultantes de la disposición atomizada de los bloques se cubren con una pérgola de hormigón de planta rectangular, que dota al complejo de unidad formal, regularidad geométrica y espacios de circulación. Además, la cubierta protege a los usuarios de las fuertes lluvias tropicales durante el monzón y de la intensa radiación solar en los meses de la estación seca. Por su parte, los doce volúmenes se resuelven con una doble piel de ladrillo rojo de producción local, de cuarenta centímetros de espesor, cuyo aparejo dota a la fachada de profundidad y una condición plástica cambiante a lo largo del día en función de la posición del sol.