Situado a tan sólo 16 kilómetros de uno de los principales aeropuertos de Vietnam y a medio camino entre la localidad de Danang y el casco histórico de Hoi An, este complejo turístico está concebido como un centro de recuperación física y mental de los huéspedes, gracias a una atmósfera relajante en la que la presencia de vegetación juega un papel fundamental.

La primera fase del proyecto comprende un solar de 3,5 hectáreas, enclavado entre la playa y la carretera, en las que se levantan tres tipologías de alojamiento diferentes: ochenta bungalows, veintiséis villas y un hotel. De entre todos ellos destaca este último, que se organiza en un volumen en forma de L dispuesto alrededor de la piscina y alberga 32 habitaciones con balcones, divididas en tres plantas. Para protegerse de la fuerte radiación solar durante la estación cálida y al mismo tiempo permitir la circulación del aire, el edificio se reviste con una piel climática compuesta por dos capas complementarias: por un lado, un sistema de lamas verticales de 5x15 centímetros construidas con hormigón prefabricado texturizado que dota de protección frente al sol tropical y, por otro, un estrato vegetal formado por especies autóctonas de viñas y árboles que reducen la temperatura ambiente por efecto de la evaporación.