Instituto de Educación Secundaria en Puerto Real
Rafael Otero- Tipología Educación Colegio e instituto
- Fecha 1999
- Ciudad Puerto Real (Cádiz)
- País España
- Fotógrafo Javier Reina
El polígono Río San Pedro es una zona del municipio de Puerto Real con un fuerte desarrollo residencial y escasas dotaciones. Para solucionar esta falta de medios y potenciar su crecimiento, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía propuso la construcción de un instituto de educación secundaria obligatoria. La situación privilegiada de la localidad, a orillas de la bahía de Cádiz, traía como contrapartida el alto nivel freático de la parcela, un solar algo hundido en el que el agua llegaba prácticamente a la línea de rasante. Las características físicas y geográficas del terreno obligaron a proyectar un edificio semi elevado para alejarlo de la humedad.
Pese al lenguaje contemporáneo utilizado, el colegio incluye dos invariantes de la arquitectura andaluza: el patio abierto y el blanco de los paramentos. Al espacio libre central se adosa otro cerrado, el gimnasio. Ambos vacíos se convierten en verdadero núcleo alrededor del cual se disponen las dependencias y circulaciones: los pasillos y zonas de paso disfrutan de la tranquilidad que proporciona su vecindad al patio, mientras que las aulas y los seminarios captan las vistas del entorno más cercano a través de unos grandes huecos protegidos con lamas del fuerte soleamiento del sur.
El tránsito interior-exterior tiene lugar a través de unas amplias rampas que salvan la diferencia de nivel existente entre el terreno y la planta baja del aulario. En el patio, una de las fachadas se levanta sobre un dintel de veinte metros y permite acceder a otro plano inclinado que, en tres tramos, alcanza la planta alta del edificio. Un único color caracteriza toda la construcción: blancos de muy diversas texturas —pintados, aplacados y lacados— revisten todos los muros y definen, con sus propiedades, la naturaleza de los espacios en los que se instalan. Aulas, seminarios, despachos y pasillos inmaculados en los que se reflejan las carpinterías y lamas de los huecos de fachada que, como sombras chinescas, decoran los paramentos interiores y van creando nuevos escenarios a lo largo de la jomada...[+]