El hotel Saint George se sitúa en el centro de Marfa, la legendaria ciudad del suroeste de Texas, conocida por la belleza de su paisaje desértico, por las instalaciones del artista Donald Judd y por las obras de algunos de sus contemporáneos.

El hotel consiste en una estructura ligera de acero, de tres plantas de altura, que se posa sobre los muros de hormigón armado, de una sola altura, correspondientes a un edificio comercial levantado en 1929. La superficie de 1.100 metros cuadrados de esta construcción preexistente, muy compartimentada, se limpió para generar un único espacio continuo donde se situaron los servicios más públicos del hotel, como el vestíbulo, el bar-restaurante o la sala de lectura. Por su parte, el cuerpo de tres plantas erigido sobre este zócalo alberga 53 habitaciones, dotadas cada una de ellas con una vista particular sobre la ciudad y sus muchos paisajes.

La eliminación de las particiones de la planta baja y los techos reflectantes permiten exponer la belleza y la complejidad de la estructura original de hormigón armado: un tratamiento que resuena con la economía y discreción aplicados en la fachada del edificio, donde el zócalo de mármol juega sutilmente con las bandas de estuco de las plantas superiores, pintadas en dos tonos del mismo blanco.