Gran Teatro Nacional, Pekín (en proyecto)
Paul Andreu 

Gran Teatro Nacional, Pekín (en proyecto)

Paul Andreu 


En el corazón de Pekín, a sólo quinientos metros de la Ciudad Prohibida y de la Plaza de Tiananmen, el nuevo edificio del gran teatro surge como una isla de cultura del interior de un gran lago artificial. Una cáscara de titanio con forma de elipsoide conforma a un tiempo cubierta y fachada y reviste una estructura triangulada metálica radial que cubre luces de entre 144 y 213 metros. Su superficie está dividida en dos por una parte translúcida que permite que el edificio reciba luz natural durante el día y que sirve como reclamo de la actividad interior durante la noche. El edificio alberga tres auditorios: un teatro de ópera, una sala de conciertos y un teatro —de 2.416, 2.017 y 1.040 asientos respectivamente—, así como espacios de exposición y de arte abiertos al público. Un pasaje subterráneo transparente de sesenta metros de longitud conecta el teatro con las orillas del lago por debajo del nivel del agua, dejando el exterior del edificio intacto, sin ninguna apertura sobre el agua que pueda menoscabar la apariencia misteriosa y tecnológica del volumen y proporcionando a los visitantes una interesante transición entre el realismo de la calle y la fantasía de ficción que suponen la ópera y el teatro.

El conjunto ha sido concebido más como un foro abierto y popular que como una institución cultural elitista. Los espacios de circulación crean algo parecido a un barrio, en donde se suceden calles, plazas, tiendas, restaurantes y espacios de descanso. Un barrio que tiene en su corazón un gran teatro de ópera, escoltado a ambos lados por el teatro y la sala de conciertos. Las zonas de circulación pública y las salas se han construido sobre una base que alberga todas las instalaciones y espacios secundarios de apoyo constituyendo un complejo organizado de manera tan eficiente y económica como si fuera una zona de producción industrial. De este modo se evita que los locales técnicos interfieran en la armonía de los espacios públicos. Bajo la cubierta, en un vestíbulo que se encuentra en el nivel más alto del edificio, el visitante de la ciudad, o el público asistente a alguno de los espectáculos, puede disfrutar de las vistas de la ciudad desde una perspectiva hasta ahora inusitada. Una malla metálica dorada, a veces opaca a veces transparente, sirve como revestimiento del volumen de la ópera y como umbral psicológico —uno más de los muchos que establece el conjunto— entre el espectáculo y el tránsito tranquilo. El resultado es un edificio subrepticiamente chino que, a pesar de la moderna rotundidad de sus formas, se integra con éxito en uno de los conjuntos histórico más importantes del país... [+]


Cliente Client

Grand National Theater

Arquitectos Architects

Paul Andreu, ADP

Colaboradores Collaborators

François Tamisier, Hervé Langlais, Olivia Faury, Mario Flory, Serge Carillion

Consultores Consultants

Setec (ingeniería engineering)

Fotos Photos

Andy Ryan