El centro de Arte Hortensia Herrero se ubica en el antiguo Palacio Valeriola, una céntrica y emblemática construcción del siglo XVII que a lo largo de su historia ha sido destinada a múltiples fines y ha sufrido diversas intervenciones, para caer finalmente en el abandono en las últimas décadas.

El proyecto nace con el fin de albergar la colección privada de la mecenas Hortensia Herrero, que incluye obras de Andreas Gursky, Anselm Kiefer, Georg Baselitz, Anish Kapoor o Mat Collishaw entre otros, y dar cabida a exposiciones de artistas internacionales, algunos de los cuales han creado obras específicas para enclaves concretos del edificio, estableciendo un diálogo continuo entre arte y arquitectura.

La restauración ha durado cinco años, en los que un equipo multidisciplinar de arquitectos, restauradores, arqueólogos, artesanos y especialistas ha trabajado para adaptar el edificio a su nuevo uso.

La zona expositiva se plantea en cuatro niveles y se organiza en torno a dos volúmenes. Por un lado, el Palacio Valeriola, que ha sido sometido a un exhaustivo proceso de rehabilitación. Por otra parte, el volumen de la calle San Cristóbal —del cual se mantiene solo la fachada y la cubierta inclinada—, que ha permitido ampliar la superficie expositiva hasta los 3.500 metros cuadrados. Ambos quedan conectados por un edificio-pasarela ubicado en el patio exterior ajardinado.

Uno de los principales retos del proyecto ha sido diseñar un recorrido continuo que ofrezca una experiencia cómoda y agradable a los visitantes y les permita orientarse de forma sencilla. Este recorrido se plantea ascendente en el volumen del palacio y descendente en el de la calle San Cristóbal. La entrada principal se sitúa en el Palacio Valeriola, y da acceso al patio interior alrededor del cual se organizan las diferentes salas expositivas. Este patio mantiene su estructura original y elementos patrimoniales, como la escalera de piedra tallada.

En las plantas superiores, y a medida que se asciende, el visitante podrá ir disfrutando de diferentes estancias del antiguo palacio, como la sala noble o la andana, para finalizar en la última planta, donde un espacio mirador ofrece magníficas vistas de la ciudad. Por su parte, el jardín se presenta como una sala más que convive con el elemento verde y el agua; y el sótano permite visitar los restos del antiguo circo romano, hallados durante las excavaciones arqueológicas.

Respetuoso y sensible con la historia y el patrimonio, el Centro de Arte Hortensia Herrero se presenta como un nuevo museo que pretende compartir el arte contemporáneo más relevante a nivel internacional y convertirse en un referente cultural y artístico abierto a la ciudad de Valencia y a la sociedad.

Foto: ERRE arquitectura

Foto: ERRE arquitectura