Ubicado en una parcela que hace de frontera histórica —al borde del casco antiguo medieval— y geográfica —elemento que se encarama y conforma los quiebros de una vaguada—, el proyecto para la rehabilitación de la Casa Grande y su ampliación mediante una construcción anexa propone la transformación de este antiguo caserón en la nueva sede del Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear.

El centro tiene como actividad esencial mostrar los fondos de la colección de arte moderno Helga de Alvear —una de las colecciones más importantes de España, con unas dos mil piezas artísticas en su haber—, y estará dedicado a la difusión e investigación de las artes visuales y cualesquiera otras manifestaciones artísticas relacionadas con ellas. La propuesta devuelve al solar el carácter de espacio de tránsito e intercambio que fueron las zonas de extramuros, lo vuelve permeable. Desde la calle Pizarro, atravesando la Casa Grande por la cubierta transitable del edificio de nueva planta, se despliega un recorrido público que es un eslabón más en la cadena de plazas y callejuelas por la que se recorre el Cáceres antiguo, y es el modo natural de salvar el desnivel que lleva a la parte nueva de la ciudad. Del mismo modo en que el arte, antes privilegio de una élite, se torna accesible, el proyecto también quiere diluir el límite entre lo que es de todos y lo que es de unos pocos, articulando en los vacíos, en el negativo del edificio, una arteria pública que atraviesa, sin tocarla, la esfera de lo privado.

El proyecto constituye así un límite que es, al mismo tiempo, punto de encuentro; una pieza permeable que se deja penetrar por la ciudad, donde la colección no forma parte de un museo convencional sino de un centro cultural dinámico; un edificio en el que se entrelazan los recorridos y tienen cabida tanto los diferentes usuarios como los paseantes casuales. El programa constituye un modo activo de entender el arte y propone la creación de talleres diversos, salas que puedan funcionar de forma autónoma y en las que el usuario se adentre en el mundo del arte trabajando sobre él.

La primera fase del museo se centra en la remodelación de la Casa Grande, que cuenta con una superficie total de 3.500 metros cuadrados y donde se ha previsto exponer una antología que resume los fondos de la fundación. Así, cuando en un futuro cercano se concluya la ampliación del centro, las salas de exposición que acoge la Casa Grande se convertirán en las oficinas de la fundación, y la ciudad contará con un nueva comunicación peatonal entre dos espacios urbanos a distinta cota.