Filmoteca de Cataluña
Josep Lluís Mateo 

Filmoteca de Cataluña

Josep Lluís Mateo 


El barrio de El Raval tiene una historia de conflictividad y bohemia que lo acompaña desde hace mucho tiempo. En las últimas décadas, desde el Ayuntamiento de Barcelona se han promovido varias actuaciones para mejorar su seguridad y conseguir que esta zona tan próxima a iconos barceloneses como Las Ramblas o el Barrio Gótico se convierta en un polo de atracción turística. Esta orientación ha causado un debate encendido en la ciudad entre los partidarios de limpiar el barrio y mejorar su seguridad y los detractores, generalmente los vecinos afectados por las expropiaciones y los derribos. En este contexto, la Filmoteca de Cataluña que nos ocupa es una muestra más de la polémica recurrente que acompaña a las actuaciones municipales en El Raval. Incluida en la Operación Illa Robadors, su construcción y la de un hotel próximo supusieron la demolición de decenas de edificios populares.

Situado en el corazón de El Raval, un barrio popular que se encuentra muy próximo a Las Ramblas, este edificio pretende contribuir a la regeneración del entorno urbano y social, mediante su programa cultural. 

La relación con un tejido urbano abigarrado influye en las características propias del nuevo edificio, y en especial en su volumetría. Así, para reducir su impacto y tener una altura equivalente a la de las manzanas próximas, se han enterrado las salas de proyección situándolas en dos niveles bajo el nivel de calle. En planta baja el vestíbulo comunica la calle Espalter con la plaza Salvador Seguí, plaza que supone un nuevo espacio que aporta luz y aire a la zona. El edificio respeta la fábrica urbana de calles estrechas existentes y, en compensación, las fachadas laterales ofrecen unos porches protegidos por forjados en voladizo. Respecto del programa, este reúne funciones hasta ahora dispersas: la biblioteca, el archivo, y las dos salas de proyección, así como los espacios administrativos, unas salas de exposición y una cafetería.

El esquema estructural surge de la ordenación espacial del edificio, utilizando para ello dos volúmenes de planta rectangular: uno de ellos completamente soterrado, y el otro sobre rasante. Mientras que las fachadas longitudinales mantienen una alineación clara, las de los testeros se van plegando creando una sucesión de cuerpos volados. Los dos muros longitudinales exteriores actúan como pantallas-viga y constituyen las líneas de descarga de la estructura. Ello es así para evitar la colocación de soportes intermedios, algo necesario por los requerimientos funcionales y la concepción espacial del edificio. El cuerpo soterrado acoge las cajas de los cines y necesita disponer de amplios espacios diáfanos, y el cuerpo sobre rasante busca la mayor flexibilidad posible, así como facilitar la entrada de la luz desde el exterior. 

A pesar de la apariencia masiva del nuevo edificio, se ha tratado de ocultar parte del programa en dos niveles bajo rasante para así reducir su impacto en el entorno. En esos niveles se sitúan las  salas de proyección. 

El edificio está concebido como una serie de filtros exteriores, los patrones de alambre y las láminas metálicas perforadas que filtran la luz natural, e interiores, las mamparas de cristal de color que dividen el espacio.


Cliente Client

ICIC (Institut Català de les Indústries Culturals)

Arquitecto Architect

Josep Lluís Mateo

Colaboradores Collaborators

Jordi Pagès (responsable del proyecto project leader); Xavier Monclús, Enriqueta Llabrés, Benjamín Scharf, María Matamala (proyecto?project); VickyDaroca, Marc Pi, Xavier Monclús, Marta Gual (dirección de obra site supervision); Marc Camallonga, Enriqueta Llabrés, Adriana Porta, Lucas Echeveste, Ismael Heras, Daniel Blüm (concurso competition)

Consultores Consultants

BOMA, Agustí Obiol (estructura structure); Grupo JG (instalaciones services); Francesc Labastida (protección contra incendios fire protection); Tram (presupuesto budget)

Contratista Contractor

Emcofa

Fotos Photos

Adrià Goula