La escuela temporal Hualin, en la cuidad china de Chengdu, sustituye al antiguo edificio que fue arrasado por el terremoto de Sichuan en mayo de 2008. La estructura, compuesta por tubos de cartón, fue ensamblada por treinta estudiantes de arquitectura de la Universidad de Keio en Japón y cincuenta estudiantes de Southwest Jiaotong University en China. Además de realojar a unos 800 alumnos que habían tenido que ser trasladados a otras escuelas, el proyecto fue una experiencia educativa para los estudiantes universitarios de ambos países.

El diseño y la construcción se debían completar en un plazo de dos meses por lo que era conveniente minimizar el número y la variedad de los componentes y seleccionar materiales de procedencia local. Sobre los cimientos de la antigua escuela se apoyan los tubos de papel enlazados entre sí mediante juntas de madera. Las vigas que conforman la cubierta a dos aguas se complementan con tensores metálicos que permiten salvar una luz de seis metros. Una serie de círculos horadados en los paneles de contrachapado permiten el acceso de luz cenital a través del tejado traslúcido de policarbonato corrugado. Los tres galpones de 6 x 30 metros se sitúan en la parcela de forma paralela de manera que entre ellos se crean espacios de juego protegidos por un pequeño porche.