Construido en Cebu (Filipinas) tras el tifón conocido como Yolanda en noviembre de 2013, este proyecto es la cuarta versión de un sistema de refugios temporales desarrollado por primera vez después del terremoto de 1995 en Kobe (Japón) para realojar a los afectados en un lugar cercano a su antiguo hogar, sin necesidad de trasladarlos a las viviendas que ofrecía el gobierno en las afueras. Al tratarse de elementos industriales que se fabrican como embalaje en todo el mundo, los tubos de papel se convierten en un material especialmente apropiado en casos de emergencia ya que, además, se pueden reciclar cuando quedan en desuso.

El sistema está compuesto básicamente por una cimentación de cajas de botellas y un armazón de tubos de papel; pero en cada nuevo emplazamiento se altera ligeramente el diseño para adaptarlo a las características sociales y climáticas locales. En este caso, se simplifica el proceso de construcción mediante un cerramiento de coco trenzado que se apoya sobre el armazón estructural de tubos de papel; mientras que la cubierta se construye con hojas de palmera Nipa fijadas sobre láminas de plástico. Las cajas de botellas, que se rellenan con sacos de arena, se alquilan a un vendedor local por lo que también se pueden devolver cuando se desmantele la comunidad.