La zona de Brazza, en el norte de Burdeos, abarca unos antiguos terrenos industriales comprendidos entre las vías del tren y el río Garona, que se encuentran actualmente en proceso de regeneración urbana. El proyecto, situado en esquina frente a las vías férreas, propone un programa mixto de talleres de artesanía y comercios, parquing en altura, viviendas sociales y residencia de ancianos, que se distribuyen en vertical. Para reforzar el carácter polivalente del edificio y potenciar su uso público, el solar se atraviesa con un flujo diagonal que conecta las avenidas principales que lo rodean, y la volumetría de la actuación se adapta a este recorrido. El edificio se concibe como un gran atrio con un jardín interior compartido al que se vuelca todo el programa, y que queda definido por las formas sinuosas de los forjados superpuestos. El vacío interior es visible desde la calle a través de las zonas de acceso, que se definen como grietas en las fachadas que invitan a entrar y muestran la actividad del interior. El reparto de usos se resuelve con nueve niveles cuyos forjados se van retranqueando en altura para crear amplias terrazas comunitarias para las viviendas superiores. Los talleres, el comercio y las oficinas se instalan en los niveles inferiores, mientras que el aparcamiento ocupa los niveles segundo y tercero.