Centro neuropsiquiátrico, Zaragoza
José Javier Gallardo | G///bang 

Centro neuropsiquiátrico, Zaragoza

José Javier Gallardo | G///bang 


A las afueras de Zaragoza se encuentra el Centro Neuropsiquiátrico Nuestra Señora del Carmen, rodeado de terrenos de cultivo y de pequeñas construcciones dispersas. El nuevo edificio viene motivado por la necesidad de ampliar las instalaciones, planteándose en una primera fase la construcción del nuevo centro de asistencia a jóvenes con problemas de conducta, ya que hasta entonces compartían espacio con la sección geriátrica y se consideraba necesario independizarlos por las características de su tratamiento y patología. En una segunda fase se construirá un módulo para talleres ocupacionales.

El nuevo edificio para jóvenes con problemas de conducta renuncia a la discreción habitual en este tipo de programas, y se reviste de una chapa encarnada que destaca con  fuerza en su entorno de campos de cultivo. 

La propuesta consiste en una construcción aislada, planteada en continuidad con el futuro módulo de talleres, y cuenta con diez dormitorios individuales y ocho dormitorios dobles. Las dependencias comunes de los internos son dos salas de estar y un comedor, y el programa se completa con una sala de visitas, dos despachos, lavandería, office, sala de control de los enfermos, aseos, almacén y cuartos de instalaciones. Un pasillo central muy amplio canaliza la circulación de manera clara y lineal, para facilitar la orientación de las personas que vivan en el centro. La planta rectangular tiene unas dimensiones de 15,5 x 65 metros, y cuenta con un vaciado del volumen edificado en la orientación norte para crear un patio en el que los enfermos puedan estar controlados y protegidos del sol en verano.

El edificio se desarrolla en planta baja y un sótano de uso restringido que comunicará con la segunda fase. Tres rampas de pendiente reducida, ubicadas en distintos puntos del perímetro dan acceso a los usuarios. 

La cubierta es el elemento más singular del edificio. Tiene en su mayor parte dientes de sierra, cuyas pendientes variables, y en algunos puntos del edificio muy acusadas, se inspiran en la representación gráfica de la actividad cerebral para cualificar los espacios en función de los usos que se desarrollarán en ellos: la zona de dormitorios o reposo cuenta con una pendiente de 40º; las zonas comunes o de máxima actividad presentan pendientes del 72º. El tratamiento de los espacios ocupados por el personal médico y cuidadores se ha tratado con cubiertas planas.

En la cubierta se utiliza una estructura metálica ligera que ofrece la flexibilidad necesaria para permitir la formación de las distintas pendientes. Esta se apoya en una malla estructural ortogonal de pilares metálicos.

El edificio está recubierto de chapa de zinc patinado en rojo tanto en fachada como en cubierta. La combinación de este revestimiento tan llamativo con una geometría singular pretende evitar la equiparación de un centro para tratar enfermedades mentales con el tradicional ‘manicomio’, y huir así de la imposición social de ocultar a este tipo de enfermos. El intenso color rojo hace patente su existencia y subraya el objetivo de la Congregación de «integrar a los enfermos en la sociedad en la medida de lo posible».



Cliente Client

Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús

Arquitectos Architects

José Javier Gallardo, Daniel Borruey

Colaboradores Collaborators

Angélica Fernández, Zaira Peinado, Gabriel Fraj

Consultores Consultants

Guillermo Choliz (estructura structure); D3i (instalaciones mechanical engineering)

Contratista Contractor

EDUPA

Fotos Photos

Jesús Granada