El estudio Vaillo+Irigaray Architects ha resultado ganador del concurso para construir un nuevo edificio para el Donostia International Physics Center (DIPC) en la capital guipuzcoana. El centro de investigación buscaba una nueva imagen institucional reconocible y singular que organizase el conjunto actual, formado por cuatro volúmenes en una parcela con fuerte desnivel.

El nuevo edificio articula dos plataformas a diferentes cotas: +7,5 m, que alberga los accesos al conjunto; y +15 m, que genera una plaza de relación entre las edificaciones existentes. La propuesta establece una estrategia capaz de distorsionar la escala de la actuación con el fin de conseguir una adecuada integración, aportando unidad y áreas ajardinadas. La geometría está resuelta a base de pliegues y hendiduras. Volumétricamente, el edificio manifiesta su composición interior, expresando mediante diferentes gestos su organización. Las fachadas se resuelven mediante una celosía estructural de acero y vidrio, carpintería y acabados en aluminio anodizado.

La construcción flexible y modulada está basada en múltiplos y submúltiplos de la unidad básica de 50 metros cuadrados. La planta está organizada en dos cuerpos longitudinales, articulados en torno a una franja central que contiene las circulaciones, los núcleos de circulación vertical y un patio central. Un ala está destinada a laboratorios y la otra a despachos. El vestíbulo longitudinal se desarrolla en varias alturas, conectando las dos plataformas de referencia (+7,5 m y +15 m) y los diferentes accesos al edificio. El edificio presenta seis alturas: dos inferiores que generan un ‘zócalo’ y absorben el desnivel entre las dos plataformas; las tres plantas elevadas, que contienen el grueso de despachos y laboratorios; y la planta intermedia, que articula el conjunto del programa.

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