Centro geriátrico, Barcelona
Clotet & Paricio 

Centro geriátrico, Barcelona

Clotet & Paricio 


En una posición fronteriza entre la ciudad nueva y la vieja periferia, allí donde la Diagonal se desvanece camino hacia el mar, en un difícil emplazamiento marcado por el cruce desordenado de las directrices del Plan Cerdá y de la antigua salida hacia Francia, hoy calle Taulat, se sitúa el ámbito de la actuación. La propuesta pretende favorecer una sutura que concilie las escalas de los edificios de la plaza del Fórum, con sus imágenes emblemáticas y tamaños metropolitanos, con el tejido de un barrio consolidado.

El proyecto comprende la construcción de dos piezas: un geriátrico municipal y futuro edificio de oficinas. Para asegurar la continuidad con las calles perimetrales ambos edificios asumen un contorno irregular.

El proyecto comprende la construcción de dos piezas: un gran edificio de oficinas y un geriátrico municipal con un hospital de día en planta baja, dependencias para rehabilitación en el primer piso y residencia de ancianos en los cuatro niveles superiores. Para asegurar la continuidad con las calles perimetrales las plantas de ambos edificios asumen un contorno irregular, dibujando en su interior una plaza que recoge los finales de las callejuelas del nuevo barrio de casas bajas. 

El alzado también se genera partiendo de los volúmenes circundantes, variando en altura desde los cien metros que alcanzará el edificio de oficinas cercano a la explanada del Fórum hasta los quince metros cuando se acerca al nuevo entorno residencial. 

El conjunto final puede relacionarse con cierta tradición de torres barcelonesas que no desean ser exentas, sino que quieren emerger de una masa edificada continua garantizando así el interés del recorrido peatonal. El paseante no sufre ninguna interrupción en su camino, ni se ve obligado a atravesar incomprensibles vacíos urbanos.

Para el diseño de las plantas se parte de las similitudes y las diferencias con el programa de un hotel. Si en éste básicamente se duerme y lo importante es crear habitaciones confortables que mantengan una relación reservada con la ciudad, en el geriátrico se vive, por lo que no sólo las estancias adquieren protagonismo sino también los pasillos, al tiempo que la comunicación con el entorno se convierte en un factor esencial. Por ello se opta por reducir la ocupación en planta hacia el norte, a medida que se sube a los pisos más altos, dando lugar a terrazas y jardines a diferentes niveles, sobre los que vuelcan amplios corredores. Del mismo modo el edificio se abre como una flor hacia el sur, buscando el máximo contacto con el sol.

Todo el cerramiento es de vidrio, protegido tanto por unas persianas enrollables de aluminio como por paramentos fijos de lamas del mismo material cuyo cometido es conceder privacidad además de contribuir decisivamente al control solar.

Los espacios de relación cobran protagonismo; grandes terrazas y fachadas de vidrio se encargan de mantener un estrecho contacto con el complejo entorno caracterizado por la presencia del mar, de los emblemáticos edificios del Fórum y de las casas bajas vecinas. Una segunda piel de lamas de aluminio concede privacidad además de protección solar.