Situada a orillas del lago de Lucerna, esta pequeña torre cumple una doble función: albergar un centro de remo, y hacer las veces de hito escultórico en el paisaje. El edificio se relaciona con la naturaleza a través de su materialidad: está construido con paneles prefabricados de madera de pino procedente de bosques certificados y que, sometida a un tratamiento de acetilado a alta presión y temperatura, apenas absorbe la humedad, lo que garantiza su estabilidad dimensional y durabilidad. 

Construida con elementos prefabricados de madera de pino, la torre consta de grandes huecos protegidos mediante contraventanas: las de las dos primeras plantas son oscilantes y abatibles; la de la planta superior, deslizante. 

Por su parte, el inevitable blanqueamiento de la madera debido al efecto de los rayos ultravioleta se atenúa gracias al acabado claro que desde el principio se le ha dado a las piezas. Otro elemento de relación con el paisaje son los grandes huecos acristalados que hacen de la torre un poderoso mirador. Son huecos que se protegen mediante contraventanas correderas y abatibles de gran formato que dotan al edificio de una imagen cambiante en función de las necesidades de uso y de la variabilidad climática.