Centro de Piragüismo, Verducido
José Ramón Garitaonaidía 


Aprovechando las excepcionales condiciones topográficas y paisajísticas que posee el embalse del Pontillón de Castro en la población de Verducido, situada a escasos kilómetros de la ciudad de Pontevedra, se construye el nuevo centro de piragüismo de la localidad.

 Este espacio deportivo se sirve de las suaves corrientes de aire y de las dimensiones de la represa para lograr una pista de hasta 1.250 metros para responder a la demanda que se produce en Galicia de este tipo de instalaciones. 

La disposición de las piezas del conjunto sigue las curvas de nivel para adaptarse a la orografía que rodea el embalse. En contraste con la angulosa geometría del pabellón, las plataformas establecen un recinto sereno.

Los edificios que lo conforman logran un equilibrio entre su integración en el paisaje natural y la singularidad requerida por la actuación. La construcción se sitúa en la zona sur de la lámina de agua por ser la de menor impacto ambiental; las demás edificaciones se soterran parcialmente, convirtiendo las cubiertas en lugares accesibles, mientras la torre de arbitraje se erige en un símbolo icónico.

Los volúmenes se organizan en forma de U alrededor del área de acceso, facilitando la distribución de los tres flujos que confluyen en este espacio: el correspondiente a los deportistas, el relativo a los espectadores, y el más privado que contiene los movimientos del personal administrativo y de las autoridades, estructurándolos para minimizar los recorridos. Las distintas piezas se agrupan reconfigurando el borde del pantano desde la presa del embalse y abrazando la pista de competición hasta tallar en la ladera del monte las gradas que se destinan al público. 

Además de estos asientos integrados en la topografía, el centro deportivo también comprende un volumen que, mezclando diferentes grados de privacidad, engloba por una parte la cafetería y la tienda, separadas por un distribuidor de las oficinas, y las salas de arbitraje que se elevan en una torre enrasada con la línea de meta. Sobre la pieza que acoge los almacenes para piraguas descansa el gimnasio, orientando sus vistas hacia la re-presa, mientras el último edificio contiene los vestuarios de los deportistas, situados en la orilla su-reste de la lámina de agua.

Las distintas gamas de verde confieren unidad a la imagen de las fachadas de los edificios del centro, cuyos perfiles se hunden en el terreno y se funden en el entorno, convirtiendo las cubiertas en lugares transitables y de estancia.

Los diferentes elementos construidos se relacionan a través de la elección de un material común para los pavimentos, la madera, que también sirve de soporte al elevarlos sobre pilotes, proporcionan-do continuidad a la orilla geometrizada del embalse. 

El cuidado diseño de los cerramientos, con una seriación vertical de carpinterías que organizan sucesiones de vidrios tintados en distintas tonalidades de verde, otorgan una imagen de unidad al conjunto desde la pista acuática, además de minimizar el impacto visual del complejo deportivo diluyéndolo en las masas boscosas que lo rodean.


Cliente Client

Xunta de Galicia Consejería de Cultura y Deporte

Arquitecto Architect

José Ramón Garitaonaindía 

Colaboradores Collaborators

Montserrat Neira Borrajo, Óscar Rouco Rodríguez, Ana María García Lombardía

Consultores Consultants

Aluminios Cortizo (fachada facade

Contratista Contractor

Acciona Infraestructuras

Fotos Photos

Héctor Fernández Santos-Díez, Guillermo González