Campo de fútbol A Gandareira, Silleda
Abraham Castro Neira  Carlos Alberto Pita Abad 

Campo de fútbol A Gandareira, Silleda

Abraham Castro Neira  Carlos Alberto Pita Abad 


En el límite del casco urbano de la Villa de Bandeira, en el Concejo de Silleda, mirando hacia el paisaje rural, se sitúa el campo de fútbol de A Gandareira. Pensado para dar servicio a una sociedad deportiva local y a su escuela, el equipamiento está proyectado para soportar un trasiego habitual, en jornada deportiva, de unos 120 jugadores.

Como si se tratara de una pieza más del paisaje, un prisma alargado se inserta en la topografía en una pendiente que asciende en el sentido longitudinal del terreno de juego. Esta estrategia de posición permite que el suave ascenso de la cota natural del terreno conduzca al espectador hacia la parte alta del graderío —donde se ubican el bar y los aseos—, un lugar de visión privilegiada y control sobre el campo que se extiende a sus pies.

A su espalda, una gran celosía tamiza la luz que entra por el lucernario a los vestuarios. Su sencilla planta nace de la agregación, dos a dos, de los módulos de vestuario y ducha, lo que permite disponer de dos, tres o cuatro piezas independientes para así servir simultáneamente a diferentes equipos. Dos vestuarios de árbitros, dos almacenes de gran tamaño y una sala de calderas completan un espacio elemental que, con ventilación cruzada constante y luz cenital tamizada, recuerda más a unos baños o a unas termas. Su distribución genera un ritmo que muestra el lenguaje de la estructura, marcando la posición de los costillares de hormigón, base para el sistema arquitrabado que es la cubierta.

Pensada de forma masiva, como férrea defensa ante las adversidades climáticas gallegas, la cubierta es un sistema de equilibrio y contrapeso que juega a ser un castillo de naipes con sus grandes prefabricados de hormigón. Cada pieza, de 13 metros, sirve de apoyo a la siguiente y esta la contrapesa. Su montaje es como un ‘ballet mecánico’ de prefabricados. La resistencia y el peso de este material son la constante del proyecto, que lo ha escogido por su durabilidad y su bajo coste, así como por ser capaz de soportar dignamente el paso del tiempo y el envite del uso continuo.

Se trata de una arquitectura de gran carnalidad, sin detalles, que resuelve la totalidad del conjunto con elementos prefabricados de uso cotidiano en la zona: los cierres ejecutados con viguetas y prefabricados agrícolas, las grandes vigas y la celosía que se usa en pavimentos y paramentos buscan una respuesta común y sin resabios, ajena a todo fetichismo. Una pieza de gran inercia, cuya lógica de construcción alimenta la vida interior de esta arquitectura que en todo momento busca ordenar y significar el lugar en que se enclava.



Cliente Client
Concello de Silleda  

Arquitectos Architects
Abraham Castro Neira, Carlos Alberto Pita Abad

Colaboradores Collaborators
Carlos Pita Arquitectos: Jose Carlos Iglesias Fernández, Xoán Manuel Pérez Lorenzo (arquitectos architects); Mónica Balado (arquitecto técnico quantity surveyor); Francisco Carballo (estructuras structures); Daniel Hermosilla - Grupo Rodiñas

Contratista Contractor
Concello de Silleda

Superficie construida Floor area
2.370m² (8.415m² con terreno de juego including playing field)

Presupuesto Budget
89.264€ ; 248€/m²

Fotos Photos
Juan Rodríguez