Restaurante y Hotel Pepe Vieira en Pontevedra
2es+- Ciudad Pontevedra
- País España
- Fotógrafo Héctor Santos-Díez
- Marca Santos
Ubicado en Camiño da Serpe (Raxó, Poio, Pontevedra), el Hotel Pepe Vieira Relais & Chateâux es un concepto nacido de manera espontánea, y cocinado a fuego lento durante 13 años. El complejo hostelero está ubicado en un entorno privilegiado, tanto por su naturaleza salvaje como por su ubicación, elevada y abancalada sobre la ría de Pontevedra. El proyecto se ha guiado por la premisa de trasladar a la arquitectura la vívida conexión existente entre la naturaleza y la construcción. La principal inspiración para ello ha sido el propio trabajo del maestro cocinero, que ostenta dos estrellas Michelin, Pepe Vieira, que a través de sus platos narra historias auténticas, tradicionales y sencillas, pero sin renunciar a aportar una visión creativa.
En una parcela de 12,500 metros cuadrados, el hotel se articula a partir de una edificación principal con tres niveles, rodeada por muros de piedra que configuran una serie de bancales. Las plantas sótano y primera de esta estructura central acogen espacios destinados a prestar servicios auxiliares, como vinotecas, almacenes, oficinas, vestuarios, aseos, salas de instalaciones y montacargas. La planta baja, por su parte, concentra gran parte de la actividad del complejo, y las estancias se han organizado atendiendo a su función. Así, en una de sus alas se reúnen las zonas públicas, que incluyen vestíbulo, salón social con chimenea, salón principal, comedor, ropero y aseos. Estas zonas se han complementado en el exterior con un porche-terraza y un estanque. El resto de la planta baja lo ocupan las zonas de trabajo, con cocina profesional, cocina I+D, oficio, cava, bodega, almacenes, cuarto frío, área de lavado y aseos. La reforma y adaptación de los diferentes espacios ha buscado conferir un carácter uniforme y coherente al conjunto, basándose en la presencia de paramentos verticales y suelos en color negro, el descubrimiento de la estructura de hormigón original, los revestimientos selectivos con chapa de hierro dulce y piedra de gran formato, y una cuidada iluminación.
Alojamientos inmersos en la naturaleza
Los galpones, en total catorce con habitación doble, están estratégicamente repartidos a lo largo de la finca y sus bancales. Se trata de volúmenes prefabricados con forma de prisma y acabado blanco, inmersos en la naturaleza y abiertos solo por la cara orientada hacia unas espectaculares vistas. Las estructuras se han dispuesto ligeramente giradas unas respecto a otras, con el objetivo de crear lugares intermedios y preservar su independencia y privacidad. Un cajón metálico de color negro genera la entrada al habitáculo, al tiempo que aloja sus instalaciones. Las cubiertas, visibles desde los bancales, son ajardinadas extensivas ecológicas, y aportan continuidad con la naturaleza del entorno. Un pequeño patio acristalado ayuda a trasladar la naturaleza al interior, al tiempo que contribuye a distribuir los diferentes espacios sin perder conexión con el entorno. Las construcciones prefabricadas se seleccionaron por ser la opción más respetuosa con el ambiente, puesto que permiten minimizar tanto los movimientos de tierra como los residuos generados.
El interior negro de los galpones busca generar un ambiente abstracto y sin referencias, en el que todo el protagonismo recae sobre la naturaleza circundante, creando una profunda conexión con el exterior.
Con el fin de favorecer una completa inmersión de los galpones en la naturaleza, se ha acometido un meticuloso proyecto paisajístico, que ha incluido la creación de una red de senderos para comunicar los alojamientos con las otras edificaciones del complejo. Igualmente, se ha realizado un trabajo de jardinería fundamentado en la esencia del entorno, con el que se ha cedido todo el protagonismo a elementos naturales profundamente enraizados en la cultura de la zona.
Cocina I+D
Entre las zonas de trabajo del complejo se encuentra la cocina I+D, un espacio creativo en el que el equipo de cocina puede reunirse para reflexionar y desarrollar nuevas propuestas culinarias. Además, ofrece al chef la posibilidad de recibir y atender a colaboradores, amistades y clientes de una manera informal y personalizada, en contacto directo con la naturaleza circundante. Para equipar este espacio, los arquitectos de 2es+ optaron por un diseño FINE de Santos en acabado Negro Seda, un color que encaja con la concepción general del proyecto, al aportar la sencillez y coherencia pretendidas. El mobiliario de la cocina se ha organizado en paralelo, con una isla y una mesa de trabajo situadas en el centro de la estancia. La isla reúne las zonas de preparación y cocción. En su cara interior, la isla incorpora un mueble portaplaca, un cajonero con gavetas de extracción total y gran capacidad, más un módulo de servicio. La cara exterior, por su parte, se ha ocupado con tres módulos de servicio dotados de estantes interiores.