En el corazón de Hackney, un distrito del norte de Londres, sobre una parcela triangular se encuentra esta casa-taller diseñada para la artista contemporánea Sue Webster. La propietaria tenía la visión de que su nuevo hogar debía estar fuertemente ligado con la historia y la estructura del edificio original. El proyecto surgió así como un ejercicio arqueológico de excavación y descubrimiento de la preexistencia: una antigua edificación victoriana en mal estado de conservación tras estar habitada durante cuatro décadas por ‘el hombre topo de Hackney’; un personaje apodado así por haber pasado años excavando una red de túneles que comprometían la estabilidad de la estructura y hubieron de rellenarse con hormigón armado aligerado para evitar problemas en el futuro. Una vez asegurada la integridad del inmueble y tras completar un minucioso proceso de demolición de las particiones interiores, se levantó una estructura de hormigón en forma de cruz que divide cada nivel en cuatro zonas. Por su parte, en la fachada se han tratado de conservar el enlucido y la mampostería original, salvo en aquellas zonas excesivamente dañadas que se completaron con ladrillos reciclados. Además, la antigua cubierta inclinada de pizarra se ha sustituido por una losa plana de hormigón.