Una filtración de agua por la azotea y la vibración de la estructura fueron el desencadenante de un proyecto para remodelar y ampliar una residencia unifamiliar situada en un barrio residencial de la capital mexicana. La intervención plantea la definición de un nuevo acceso a la vivienda, la construcción de una galería —concebida como un taller para realizar ikebanas— y la remodelación del salón y el comedor existentes. La ampliación alcanza una superficie de unos cuatrocientos metros cuadrados y aprovecha un espectacular jardín japonés existente, dotado de un pequeño estanque, para iniciar un nuevo recorrido de acceso a la casa en contacto directo con la naturaleza.

Al final del camino se pasa directamente a la galería, que actúa como el nuevo vestíbulo de la vivienda. Por su parte, la sala de estar y el comedor se han transformado completamente, gracias a la incorporación de un cerramiento concebido como un tejido traslúcido, construido con cables de acero inoxidable. Esta especie de pantalla permite independizar ambas zonas sin perder la continuidad espacial. Por último, los espacios residuales que se generan entre esta área y la galería-taller se han delimitado como pequeñas áreas de exposición para situar los arreglos florales japoneses...[+]