Casa Göppner, Ramstein

bayer | uhrig Architekten 


Son pocas las casas en la localidad alemana de Ramstein, al suroeste del país, que no siguen los cánones de la arquitectura tradicional: volúmenes compactos encalados en blanco, huecos puntuales, cubiertas inclinadas de teja roja y junto a cada una de las viviendas, pequeñas construcciones, más recientes, en la que se guarda el vehículo familiar. No sólo la normativa urbanística preserva de alguna manera este estilo: los vecinos, en general, son reacios a los cambios en cuanto a su vivienda se refiere. Es en este contexto en el que se encuentra la casa Göppner, que consigue componer una pieza diferente reinterpretando la normativa y las costumbres locales.

Bajo la forma arquetípica de la casa, pero redibujada con apariencia de proyecto incompleto, se esconde en realidad una casa patio. La planta en U dispone hacia el sur un jardín cuadrado al que vuelcan las tres crujías de la vivienda. En el ala oriental se sitúan la sala y el comedor, bañados por la luz natural gracias al cerramiento acristalado del patio; en el ala occidental se suceden dos habitaciones y un cuarto de juegos: el segundo se ilumina también gracias al patio, del que obtiene la luz del norte, mientras las primeras interponen entre ellas y el jardín un corredor, limitando su contacto con el exterior a los dos pequeños huecos abiertos en la fachada oeste; en la banda norte un aseo en un lado y la despensa y la cocina —que abre el único hueco de la fachada este— en el otro delimitan el espacio de entrada, un vestíbulo amplio que recibe de lleno la luz del mediodía y que se apropia visualmente de la geometría del jardín. La tarima oscura y la cerámica clara conforman los pavimentos, mientras el blanco se combina en los muros con colores vivos.

El patio no es el único elemento insólito de este monolito blanco: el garaje ha pasado de ser una construcción añadida a convertirse en un hueco sustraído al volumen —que funciona también como porche de entrada—, dejando inacabado el desarrollo del plano inclinado de la cubierta; una ventana estrecha y corrida se despliega de lado a lado aprovechando la superficie ganada por el corte, con lo que consigue trasladar una luz difusa a un interior pintado de blanco; la ausencia de alero (que se sobredimensiona en las construcciones vecinas), la existencia de tres únicas ventanas en la cara oeste y una en la este (en apariencia fachadas frontales y en realidad muros laterales) y el recercado gris que subraya cada uno de los huecos, levemente desplazado respecto a su centro, permite a esta casa establecer, a través de la diferencia, un diálogo preciso con el entorno más inmediato... [+]


Cliente Client

Jutta & Ralf Göppner

Arquitectos Architects

Dirk Bayer, Andrea Uhrig

Consultor Consultant

Wolfgang Berndt (estructura structure)

Fotos Photos

Michael Heinrich