Casa Equis, Cañete

Barclay & Crousse Arquitectos 


En Perú, desierto y océano se funden en uno solo a lo largo de los cientos de kilómetros que componen su costa frente al Pacífico. Las temperaturas extremas y la sequedad ambiental que el desierto debiera aportar quedan mitigadas por la presencia del océano, con lo que las condiciones climáticas son óptimas para construir una residencia donde pasar las vacaciones: la temperatura fluctúa entre los quince grados del invierno y los veintinueve del verano, sin apenas variación entre el día y la noche gracias a una elevada humedad relativa. En la provincia de Cañete, a cuarenta kilómetros al sur de Lima, se encuentra Playa Escondida, una cala en cuyo acantilado emerge, haciendo frente al fuerte sol del trópico, la casa Equis.

Al abordar la construcción de una vivienda unifamiliar en un territorio sin límites se hizo patente la necesidad de domesticar el paisaje, sin negarlo, para crear en él la intimidad que permitiera habitarlo. La consecución de este objetivo se abordó por medio de una doble estrategia de proyecto: la ocupación máxima del volumen edificable de la parcela (11 x 25 metros de planta y 3.6 de altura) y su materialización como un cuerpo sólido y no como un simple envoltorio. La pieza resultante, un prisma puro ‘encallado’ en las dunas, se excava a lo largo del proceso de diseño extrayendo de él la materia precisa para crear los espacios del hogar.

La casa despliega un programa residencial convencional en dos niveles comunicados por una escalera lateral que se adapta en el exterior a la pendiente del terreno. En la planta superior, el paso bajo el umbral de acceso acentúa el acto de dejar atrás el desierto, conduciendo hasta un pequeño patio de entrada comunicado con la cocina. El patio se proyecta hacia el mar en el plano de la terraza, como si de una playa artificial se tratara: sobre ella, estar y comedor se cubren con un segundo plano horizontal que hace las veces de sombrilla, mientras la piscina, larga y estrecha, interpuesta entre el horizonte y la casa, acerca la presencia lejana del agua.

En la planta inferior, a la que se desciende en un paseo entre muros con el paisaje encuadrado por el vaso de la piscina, se hallan las habitaciones de los hijos, excavadas en la pendiente, y las de padres e invitados, orientadas hacia el mar. Un corredor iluminado cenitalmente conduce a unas y a otras. Se optó por acabar los muros exteriores con pintura en tonos ocres y arena (empleados en las construcciones precolombinas y coloniales de la costa peruana) con el fin de minimizar el envejecimiento visual en un entorno donde el viento y la arena golpean las construcciones de manera inclemente... [+]


Arquitectos Architects

Sandra Barclay, Jean Pierre Crousse

Contratista Contractor

Edward Barclay

Fotos Photos

J. P. Crousse; R. Huarcaya