El objetivo de El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social es crear un monumento a la reconciliación de los peruanos después de dos décadas de violencia (1980- 2000) entre Sendero Luminoso y otros grupos terroristas y el ejército y las fuerzas paramilitares, que dejaron unos 70.000 muertos.

El monumento y museo se sitúa al borde de un acantilado, integrándose en el sistema de quebradas que conforman la bahía de Lima, para suturar la herida paisajística provocada por un acceso de vehículos. Esta singular ubicación define el edificio, una suerte de farallón artificial cuya volumetría y materialidad resuenan con las del entorno.

El volumen se pliega como si fuera un quiebro geológico, convirtiéndose en el remate de un itinerario que, desde la vía pública en la parte superior del acantilado conduce a un mirador sobre la terraza del edificio, tras bajar por la falla y atravesar una serie de espacios abiertos o techados donde se sitúa la colección del museo. Por su parte, los materiales utilizados adoptan un color y una textura semejantes a los de la roca natural: canto rodado, hormigón y piedra aluvial, que conviven con la escasa vegetación típica del ecosistema de esta parte de la costa. La inercia térmica de los muros y el control de la radiación permiten, además, que el edificio tenga un buen funcionamiento pasivo...[+][+]